Levítico 4:34 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual34 El sacerdote mojará su dedo en la sangre y la untará en las puntas del altar, y el resto de la sangre lo derramará sobre su base. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 196034 Después con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente34 Luego el sacerdote mojará su dedo en la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá en los cuernos del altar de las ofrendas quemadas, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)34 El sacerdote mojará su dedo en la sangre y teñirá con ella los cuernos del altar de los holocaustos, luego derramará el resto de la sangre al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion34 Después el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima expiatoria y la pondrá en los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 197534 Luego el sacerdote tomará con su dedo sangre de la víctima expiatoria, la pondrá en los cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre restante al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)34 Y el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al pie del altar. Δείτε το κεφάλαιο |
Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no era capaz de hacer, ni podría haber hecho, porque nadie puede controlar sus deseos de hacer lo malo. Dios envió a su propio Hijo, y lo envió tan débil como nosotros, los pecadores. Lo envió para que muriera por nuestros pecados. Así, por medio de él, Dios destruyó al pecado.
¡Imagínense entonces el terrible castigo que recibirán los que desprecian al Hijo de Dios, y los que dicen que su muerte no sirve para nada! Los que hacen eso insultan al Espíritu de Dios, que los ama, y menosprecian la muerte de Cristo, es decir, el nuevo pacto por medio del cual Dios les perdona sus pecados.