Levítico 11:40 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual40 Si alguien come carne de ese animal, quedará impuro hasta el anochecer y deberá lavar sus ropas. Si alguien levanta el cadáver del animal, quedará impuro hasta el anochecer y deberá también lavar sus ropas. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 196040 Y el que comiere del cuerpo muerto, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la noche; asimismo el que sacare el cuerpo muerto, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la noche. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente40 Si come de su carne o se lleva el cadáver, deberá lavar su ropa y permanecerá contaminada hasta el anochecer. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)40 El que coma de su cadáver deberá lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde; el que levante un cadáver habrá de lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion40 El que coma de su cadáver lavará sus vestidos, y será impuro hasta la tarde, y el que recoja el cadáver lavará sus vestidos, y será impuro hasta la tarde. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 197540 El que coma su carne lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde; el que transporte su cadáver lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)40 Y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la tarde; asimismo el que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la tarde. Δείτε το κεφάλαιο |
»Ese día yo perdonaré a mi pueblo. Los descendientes de David y los habitantes de Jerusalén siempre encontrarán perdón en mí. Borraré de la tierra a todos los ídolos, y nunca más serán recordados. Acabaré también con sus profetas, que hablaban guiados por malos espíritus. Cuando alguien quiera engañarlos, diciendo que habla de mi parte, sus propios padres lo condenarán a morir, y ellos mismos lo matarán. Yo soy el Dios todopoderoso, y juro que así se hará.
»Si un animal se muere, no coman de su carne, pues ustedes son un pueblo que pertenece a Dios y él así lo ha ordenado. Sin embargo, pueden darle la carne a cualquier extranjero que viva entre ustedes, o venderla a un extranjero que esté de visita en el pueblo. »Tampoco les está permitido cocinar un cabrito hirviéndolo en la leche de su madre.