Jueces 9:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual2 «Convenzan a la gente de Siquem de que es mejor que los gobierne yo, que soy su pariente materno, y no los muchos hijos de Gedeón». Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 19602 Yo os ruego que digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente2 «Pregúntenles a los ciudadanos prominentes de Siquem si prefieren ser gobernados por los setenta hijos de Gedeón o por un solo hombre. ¡Y recuerden que soy de la misma sangre que ustedes!». Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)2 Hagan esta pregunta a los señores de Siquem: ¿Prefieren ser gobernados por setenta hombres, todos hijos de Jerubaal, o tener un solo patrón? Acuérdense que yo soy de su sangre'. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion2 Os ruego que digáis a oídos de todos los señores° de Siquem: ¿Es mejor para vosotros que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo varón? Recordad también que yo soy vuestro hueso y vuestra carne. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 19752 'Decid, por favor, a oídos de todos los principales de Siquén: '¿Qué es mejor para vosotros, que reinen sobre vosotros setenta hombres, hijos todos ellos de Yerubaal, o que reine sobre vosotros uno solo?'. Y tened en cuenta que soy hueso vuestro y carne vuestra'. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)2 Yo os ruego que habléis a oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre vosotros; o que reine sobre vosotros un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. Δείτε το κεφάλαιο |
Después de esto, todos los israelitas y sus líderes se reunieron con David en Hebrón, y le dijeron: «Su Majestad, nosotros somos familiares de usted. Queremos que sea nuestro rey. Aun cuando Saúl era el rey, usted era el verdadero líder de Israel. Ahora se ha cumplido la promesa de Dios, de que usted llegaría a ser nuestro líder y nuestro jefe». Entonces David hizo un pacto con ellos y puso a Dios como testigo. Por su parte, los líderes de Israel derramaron aceite sobre la cabeza de David y lo declararon su rey. Así cumplió Dios lo que había prometido por medio de Samuel.