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Jueces 14:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

6 Pero el espíritu de Dios actuó sobre Sansón y le dio una gran fuerza. Entonces Sansón tomó al león entre sus manos y lo despedazó como si fuera un cabrito. Pero no les dijo a sus padres lo que había sucedido.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 En ese instante, el Espíritu del Señor vino con poder sobre él y despedazó las quijadas del león a mano limpia; tan fácilmente como si hubiera sido un cabrito. Pero no contó nada de lo sucedido ni a su padre ni a su madre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 En ese momento se apoderó de él el espíritu de Yavé, desgarró al leoncito como se desgarra a un cabrito, siendo que nada tenía en las manos. No contó nada de esa hazaña ni a su padre ni a su madre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y el Espíritu de YHVH lo invadió,° y lo destrozó como quien destroza a un cabrito, sin tener nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces el espíritu de Yahveh lo invadió y despedazó al león como se despedaza un cabrito, a pesar de no tener nada en la mano; pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.

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Jueces 14:6
21 Σταυροειδείς Αναφορές  

andaremos entre leones y serpientes, ¡y los aplastaremos!


Mi fiel servidor no gritará, no levantará la voz, ni se le oirá en las calles.


así que el ángel me explicó: —Dios le está mandando un mensaje a Zorobabel, y es el siguiente: “Zorobabel, no hace falta que seas poderoso, ni necesitas un gran ejército; lo único que necesitas es mi espíritu. Yo soy el Dios todopoderoso, y te aseguro que así es.


Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar.


Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y


Pero el que siempre hace lo malo es amigo del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el día en que Dios creó el mundo. Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo.


Después de esto el espíritu de Dios actuó sobre Jefté, y lo hizo recorrer los territorios de Galaad y Manasés, y volver después a Mispá de Galaad. De allí Jefté fue al territorio de los amonitas,


Un día, cuando estaba en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol, el espíritu de Dios comenzó a actuar en él.


Enseguida el espíritu de Dios le dio mucha fuerza a Sansón. Entonces él se fue a Ascalón, y allí mató a treinta hombres. Les quitó sus ropas y se las dio a los que habían averiguado la respuesta. Después, regresó a la casa de sus padres, pues estaba muy furioso por lo que había sucedido.


así que Sansón y sus padres se fueron a Timná. Cuando Sansón pasaba por los viñedos, de pronto se oyó un rugido, y un feroz león lo atacó.


Poco después llegaron a Timná, y Sansón fue a hablar con la muchacha de la que estaba enamorado.


Luego encontró una quijada de burro que todavía no estaba seca, y con ella mató a muchos filisteos.


De inmediato los atacó con furia, y mató a muchos de ellos. Luego se fue a la cueva que está en la peña de Etam, y allí se quedó.


y gritó: «¡Que mueran conmigo los filisteos!» Luego empujó las columnas con todas sus fuerzas, y el templo se vino abajo sobre los jefes filisteos y sobre todos los que allí estaban. Sansón mató a más personas al morir, que las que había matado en toda su vida.


El espíritu de Dios actuó sobre Otoniel, y este guio a los israelitas en su lucha contra Cusán-risataim. Así Dios ayudó a Otoniel a derrotar a su enemigo.


Pero Saúl no quiso contarle lo que Samuel le había dicho acerca del reino, así que le contestó: —Solo nos dijo que ya habían encontrado las burras.


»En ese momento el espíritu de Dios vendrá sobre ti y te pondrás a profetizar junto con ellos. A partir de entonces, tu vida cambiará por completo.


Saúl acampó en Migrón, bajo un árbol, en las afueras de Guibeá. Con él estaban seiscientos soldados y el sacerdote Ahías, que era hijo de Ahitub y sobrino de Icabod. Su abuelo era Finees, hijo del sacerdote Elí, que había servido a Dios en Siló. Jonatán le dijo al joven que le ayudaba a cargar su armadura: —Ven, acompáñame al otro lado. Vamos a acercarnos al ejército de los filisteos. Aunque somos pocos, con la ayuda de Dios los vamos a derrotar. Su ayudante le respondió: —Haga usted lo que mejor le parezca. Por mi parte, yo lo apoyaré en todo. Jonatán se fue sin que nadie lo supiera, ni siquiera su padre.


Hoy mismo Dios me ayudará a vencerte, y te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo alimentaré a los buitres y a las bestias salvajes con los cadáveres de los soldados filisteos. ¡Y todo el mundo sabrá lo grande que es el Dios de Israel!


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