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Josué 13:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

2 Falta la región de los filisteos y toda la de los guesureos,

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

2 Esta es la tierra que queda: todos los territorios de los filisteos, y todos los de los gesureos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Aún faltan todas las regiones de los filisteos y de los gesureos,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Esto es lo que falta: todos los territorios de los filisteos, todo el territorio de los guesuritas,

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Esta es la tierra que aún queda: Todos los territorios de los filisteos, y todo el del gesurita.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Ésta es la tierra que queda: todos los distritos de los filisteos y todo el territorio de Guesur,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Esta es la tierra que queda; todos los términos de los filisteos y toda Gesuri;

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Josué 13:2
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

En aquel tiempo llegó a faltar comida en toda la región de Canaán, tal como había pasado en tiempos de Abraham. Era tan grave la falta de alimentos que Isaac pensó en irse a Egipto. Pero Dios se le apareció a Isaac y le dijo: «No vayas a Egipto. Es mejor que te vayas por algún tiempo a Guerar, donde vive Abimélec, rey de los filisteos. Yo prometo estar siempre contigo, y bendecirte en todo. Además, a ti y a tus descendientes voy a darles todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que le hice a tu padre Abraham. Voy a hacer que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo. Por medio de ellos bendeciré a todas las naciones de la tierra, porque Abraham me obedeció y cumplió con todo lo que le ordené». Fue así como Isaac fue a Guerar para hablar con Abimélec, y se quedó a vivir allá.


4 (4.4) »Ciudades de Tiro y de Sidón, no les conviene ponerse en mi contra. Y a ustedes, provincias de Filistea, no les conviene desquitarse conmigo, porque yo les daré su merecido más pronto de lo que piensan.


¡Qué mal les va a ir a ustedes, filisteos, habitantes de Creta que viven a la orilla del mar! ¡Dios ha decidido destruirlos y dejar su país sin habitantes, como antes lo hizo con Canaán!


Fue precisamente Jaír, descendiente de Manasés, quien conquistó la región de Argob, hasta la frontera con Guesur y Maacá. Jaír le cambió el nombre a Basán, y le puso Havot-jaír, que es el nombre que hasta ahora tiene.


Su territorio se extendía desde el monte Hermón, al norte, y desde la ciudad de Salcá, al este, incluyendo todo Basán, hasta el límite con los territorios de Guesur y Maacá, en el oeste. Además, gobernaba sobre la parte norte de Galaad, hasta el territorio de Sihón, rey de Hesbón.


Comprendía Galaad, las tierras de los guesureos y de los maacateos, el monte Hermón, y toda la tierra de Basán, hasta Salcá.


aunque no a todos, pues los guesureos y los maacateos todavía viven en Israel.


Cuando se luchaba para conquistar el territorio de Canaán, muchos de los israelitas todavía no habían nacido. Por eso Dios dejó algunos pueblos cananeos, para que los israelitas que nunca habían combatido aprendieran a pelear. Dejó a cinco jefes filisteos, a todos los cananeos, a los sidonios y a los heveos que vivían en el monte Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta el paso de Hamat. Además, dejó a los hititas, amorreos, ferezeos y jebuseos. Con esos pueblos Dios también puso a prueba a los israelitas, para ver si obedecían las órdenes que él había dado por medio de Moisés. Pero los israelitas no obedecieron, sino que permitieron


En todo ese tiempo, David y sus hombres salían con frecuencia a atacar a los pueblos de la región, desde Telaím hasta Egipto, y pasando por el desierto de Sur. Cuando David atacaba a los pueblos de Guesur, Guézer y Amalec, se llevaba ovejas, vacas, burros, camellos y ropa, y no dejaba vivo a nadie. Mataba a hombres y a mujeres, para que nadie lo acusara en Gat de todo lo que hacía. Cuando regresaba, si Aquís le preguntaba: «¿A quién atacaste hoy?», David le contestaba: «A mis paisanos que viven al sur de Judá». Algunas veces respondía: «Ataqué a mis paisanos que viven al sur de Jerahmeel». Algunas otras, decía: «Ataqué a mis paisanos que viven al sur de la tierra de los quenitas».


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