Génesis 47:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual1-2 José eligió a cinco de sus hermanos y se los presentó al rey. Le dijo: —Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán, y ahora están en Gosen. Han venido con sus rebaños y ganados, y con todo lo que tienen. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 19601 Vino José y lo hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí están en la tierra de Gosén. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente1 Entonces José fue a ver al faraón y le dijo: «Mi padre y mis hermanos han llegado desde la tierra de Canaán. Vinieron con todos sus rebaños, sus manadas y sus posesiones, y ahora están en la región de Gosén». Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)1 Llegó, pues, José donde estaba el Faraón con la noticia de que su padre y sus hermanos habían llegado de Canaán con sus rebaños, vacas y demás pertenencias, y que se encontraban en la tierra de Gosén. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion1 Fue, pues, José y anunció a Faraón, y le dijo: Mi padre y mis hermanos, sus rebaños y vacadas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí están en la tierra de Gosén. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 19751 Fue José a dar la noticia al Faraón y le dijo: 'Mi padre y mis hermanos, con sus rebaños y vacadas y con todo lo que poseían, han venido del país de Canaán y se encuentran en la tierra de Gosen'. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)1 Y José vino, e hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén. Δείτε το κεφάλαιο |
y el lino y la cebada destruidos, pues el lino había florecido y la cebada estaba ya en espiga. Solo se salvaron el trigo y el centeno, porque dan fruto más tarde. Sin embargo, en el territorio de Gosén, donde vivían los israelitas, no cayó un solo granizo. Por eso el rey de Egipto mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: —Debo admitir que esta vez he hecho mal. La culpa la tenemos nosotros y no Dios, así que díganle que ya no impediré que los israelitas se vayan. ¡Ya no soportamos más el granizo y los truenos! Moisés le contestó: —Voy a demostrarle a Su Majestad que nuestro Dios es el dueño de toda la tierra. En cuanto yo salga de la ciudad, hablaré con él, y ya no habrá más truenos ni granizo. Esto lo haré a pesar de que ni usted ni sus consejeros respetan todavía a Dios.