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Génesis 38:23 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

23 Judá respondió: —¡Pues que se quede con todo! Pero nadie podrá decir que no cumplo mi palabra. Yo te envié con el cabrito, y tú ya no la encontraste.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

23 Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 —Entonces deja que se quede con las cosas que le di —dijo Judá—. Envié el cabrito, tal como acordamos, pero tú no pudiste encontrarla. Si regresamos a buscarla, seremos el hazmerreír del pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Judá respondió: 'Que se quede no más con la prenda, con tal que la gente no se ría de nosotros. Después de todo, yo le mandé el cabrito y si tú no la has encontrado, yo no tengo la culpa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y Judá dijo: Que se quede con ellas para que no seamos menospreciados. Ya ves que envié este cabrito y tú mismo no la encontraste.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Contestó Judá: 'Que se quede con todo aquello, no sea que se rían de nosotros. Ya ves que le he mandado este cabrito y que no la has hallado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.

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Génesis 38:23
8 Σταυροειδείς Αναφορές  

El amigo de Judá regresó y le dijo: —No encontré a esa mujer. Los de ese lugar me aseguran que allí no ha habido ninguna prostituta.


Como a los tres meses, alguien fue a decirle a Judá: —Seguramente tu nuera Tamar ha tenido relaciones con alguien, pues resulta que está embarazada. Entonces Judá exclamó: —¡Échenla fuera, y quémenla viva!


”¿Por qué te burlaste de mí, que soy tu Dios? ¿Por qué hiciste lo que yo prohíbo? En realidad no fueron los amonitas quienes mataron a Urías; lo mataste tú, ¡y lo hiciste para quedarte con su mujer!


¿Pero qué provecho sacaron? Tan solo la vergüenza de vivir separados de Dios para siempre.


No sentimos vergüenza de nada, ni hacemos nada a escondidas. No tratamos de engañar a la gente ni cambiamos el mensaje de Dios. Al contrario, Dios es testigo de que decimos solo la verdad. Por eso, todos pueden confiar en nosotros.


¡La verdad es que da vergüenza hablar de lo que ellos hacen a escondidas!


Por eso el Señor Jesús dice: «Yo volveré cuando menos lo esperen. Volveré como el ladrón, que roba en la noche menos esperada. ¡Dios bendecirá al que se mantenga despierto y vestido, pues no lo sorprenderán desnudo! ¡Ni tendrá nada de qué avergonzarse!»


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