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Abdías 1:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

5 »Cuando un ladrón te asalta de noche, no te quita todo lo que tienes, sino lo que tengas de más valor; y cuando los que cosechan uvas entran a tus viñedos, no se llevan todos los racimos.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

5 Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Si vinieran ladrones en la noche y te robaran, (¡qué desastre te espera!) no se llevarían todo. Los que cosechan uvas siempre dejan unas cuantas para los pobres. ¡Pero tus enemigos te aniquilarán por completo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Si vienen a ti los ladrones, los salteadores nocturnos, ¿cómo no te robarán lo que quieran? Si vienen a ti los vendimiadores, ¿te dejarán acaso más que algunos racimos?

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Si vinieran contra ti saqueadores o ladrones nocturnos, ¿No te robarían mesuradamente?° Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían rebuscos?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Si vinieran contra ti ladrones o salteadores nocturnos, ¿no te robarían lo que necesitan? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no te dejarían el rebusco?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarán lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco?

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Abdías 1:5
13 Σταυροειδείς Αναφορές  

«¡Pobre Israel! ¡Los valientes que eran tu orgullo cayeron muertos en las montañas!


»Rey de Babilonia, tú que derrotabas a las naciones, ¡has caído de muy alto! Te creías un dios en el cielo pero fuiste derribado a la tierra.


Las naciones quedaron vacías, como un árbol de olivo después de la cosecha.


»Los que cosechan uvas siempre dejan algo para los pobres. Los ladrones que roban de noche nunca se llevan todo.


Tú, Babilonia, eras como un martillo que golpeaba a todo el mundo, pero ahora pareces un martillo inútil; ¡Has quedado hecha pedazos, y todas las naciones están asombradas!


El poderoso Dios de Israel anuncia: «Los israelitas que queden con vida serán buscados por todas partes hasta que no quede uno solo. Será como cuando, en una viña, se rebuscan todas las uvas hasta que no queda un solo racimo».


¡Pobrecita de ti, Jerusalén! Antes eras la más famosa de todas las ciudades. ¡Antes estabas llena de gente, pero te has quedado muy sola, te has quedado viuda! ¡Fuiste la reina de las naciones, pero hoy eres esclava de ellas!


En la ciudad de Temán tus valientes temblarán de miedo, y en las montañas de Edom todos morirán en la batalla.


Yo, Miqueas, soy un miserable, y quisiera calmar mi apetito. Ando en busca de uvas o higos, pero no encuentro nada que comer; ya todo lo han cosechado.


»¡Así quedará esa ciudad orgullosa, que se sentía muy segura! ¡Así quedará la ciudad que se creía incomparable! ¡Quedará hecha un montón de ruinas, un refugio de animales salvajes! Los que la vean destruida se alegrarán y se burlarán de ella.


Pero por miedo a ser castigados junto con ella, se mantendrán alejados y dirán: «¡Ay, qué terrible! ¡Pobrecita de ti, gran ciudad de Babilonia, gran ciudad poderosa! ¡En un abrir y cerrar de ojos, Dios decidió castigarte!»


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