2 Samuel 15:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual22 Al oír esto, David dejó que los acompañara. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 196022 Entonces David dijo a Itai: Ven, pues, y pasa. Y pasó Itai geteo, y todos sus hombres, y toda su familia. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente22 David respondió: —Está bien, ven con nosotros. De modo que Itai y todos sus hombres junto con sus familias lo acompañaron. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)22 David dijo entonces a Itaí: 'Adelante, pasa'. E Itaí siguió adelante con todos sus hombres y sus familias. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion22 Y David respondió a Itai: ¡Anda y pasa adelante! E Itai geteo pasó con todos sus hombres y con todos los niños que estaban con él. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 197522 Dijo entonces David a Itay: 'Anda, pasa'. Pasó, pues, adelante Itay de Gat, con todos sus hombres y toda la familia que estaba con él. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)22 Entonces David dijo a Itai: Ven, pues, y pasa. Y pasó Itai geteo, y todos sus hombres, y todos los pequeños que estaban con él. Δείτε το κεφάλαιο |
Cruzó entonces con toda su gente el arroyo de Cedrón, y comenzaron a subir por el Monte de los Olivos. Todos ellos iban llorando, y con la cabeza cubierta y descalzos. Estaban por salir de Jerusalén cuando llegaron Abiatar y Sadoc con todos sus ayudantes, y estos llevaban el cofre del pacto de Dios. Los ayudantes pusieron el cofre junto a Abiatar, hasta que pasó toda la gente. Entonces el rey le dijo a Sadoc: «Lleva el cofre de vuelta a la ciudad. Si Dios me tiene compasión, volveré a ver su cofre. Eso tú debes saberlo, pues eres profeta. Pero si no es así, que sea lo que Dios quiera. Tú y tu hijo Ahimaas pueden regresar a Jerusalén en paz, junto con Abiatar y su hijo Jonatán. En cuanto a mí, andaré por los caminos del desierto. Allí podrás hacerme llegar cualquier mensaje». Entonces Sadoc y Abiatar, y los ayudantes que llevaban el cofre de Dios, regresaron a Jerusalén y se quedaron allí. Por su parte, David y su gente se fueron al desierto. En el camino, quienes los veían se ponían a llorar a gritos.