2 Reyes 17:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual6 Al final, a los nueve años del reinado de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samaria y se llevó prisioneros a los israelitas hasta su país. Los ubicó en Halah, en la región del río Habor, en Gozán, y en las ciudades de los medos. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 19606 En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente6 Finalmente, en el año nueve del reinado de Oseas, Samaria cayó y los israelitas fueron desterrados a Asiria, donde los establecieron en colonias en la región de Halah, en Gozán junto a la ribera del río Habor, y en las ciudades de los medos. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)6 El año noveno de Oseas, el rey de Asur se apoderó de Samaría y deportó a Asur a los israelitas. Los instaló en Jala a orillas del Jabor, el río de Gozán, y además en las ciudades de Media. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion6 y en el año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria y llevó a Israel en cautiverio a Asiria, e hizo que habitaran en Halah y en Habor, junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 19756 El año noveno de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samaría, deportó a los israelitas a Asiria y los asentó en Jalaj y junto al Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)6 En el año nueve de Oseas tomó el rey de Asiria a Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los medos. Δείτε το κεφάλαιο |
»¡Dios nuestro, qué poderoso eres! ¡Todos tiemblan ante ti! Eres un Dios fiel que siempre cumple sus promesas, y nunca deja de amarnos. Mira cuánto han sufrido nuestros reyes y jefes, nuestros sacerdotes y profetas, y también nuestros antepasados. Desde el momento en que caímos bajo el poder de los reyes de Asiria hasta el día de hoy, tu pueblo no ha dejado de sufrir.
No tendrás pan ni vino para ofrecerlos en honor de tu Dios; el poco pan que comas será como pan de velorio: solo sirve para calmar el hambre, pero no para ofrecérselo a Dios, porque Dios no lo acepta. »Israel, ya no vivirás en la tierra que Dios te dio. Más bien volverás al país de Egipto y al país de Asiria. Allí tendrás que alimentarte con lo que Dios te ha prohibido comer.