Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Proverbios 2:1 - Biblia Version Moderna (1929)

HIJO mío, ¡oh si tú recibieras mis palabras, y atesoraras mis mandamientos dentro de ti;

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Acoge mis palabras, hijo mío, guarda mi enseñanza,

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Hijo mío, si aceptas mis palabras, Y guardas mis mandamientos dentro de ti,

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos,

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Proverbios 2:1
21 Σταυροειδείς Αναφορές  

Del mandamiento de sus labios no me apartaré: más que mi porción diaria he apreciado los dichos de su boca.


Así enséñanos a contar nuestros días, y alcanzaremos un corazón dotado de sabiduría.


para que se adquiera instrucción en el buen proceder, en la justicia, en el juicio y en la equidad:


El que guarda la ley es hijo entendido; mas aquel que es compañero de los libertinos, afrenta a su padre.


HIJO mío, no te olvides de mi ley, mas guarde tu corazón mis mandamientos;


¡OÍD, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para conocer la inteligencia!


¡Oye, hijo mío, y recibe mis dichos, para que sean muchos los años de tu vida!


¡Átalos de continuo sobre tu corazón, cíñelos, cual collar, a tu garganta!


¡HIJO mío, guarda mis dichos, y atesora mis mandamientos dentro de ti!


¿NO clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?


LA sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas;


¶El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el que un hombre halló, y lo encubrió, y por el gozo de su hallazgo, va, y vende todo cuanto tiene, y compra aquel campo.


María empero guardaba todas estas cosas, confiriéndolas en su corazón.


Y descendiendo con ellos, vino a Nazaret; y les estaba sujeto. Y su madre guardaba todos estos dichos suyos en su corazón.


Penetren estas palabras en vuestros oídos: porque el Hijo del hombre va a ser entregado en mano de los hombres.


Ni está más allá del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros la mar, y nos lo traerá, y nos hará oírlo, para que lo cumplamos?


Fiel es este dicho, y digno de ser recibido de todos, que Cristo Jesús  vino al mundo para salvar a los pecadores; de los cuales yo soy el primero.