Ciertamente él ha llevado nuestros padecimientos, y con nuestros dolores él se cargó; mas nosotros le reputamos como herido, castigado de Dios y afligido.
Números 7:15 - Biblia Version Moderna (1929) un novillo joven, un carnero, un cordero del primer año, para holocausto; Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Biblia Nueva Traducción Viviente Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada, Biblia Católica (Latinoamericana) un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;' La Biblia Textual 3a Edicion Un becerro, un carnero, un cordero añal para el holocausto, Biblia Serafín de Ausejo 1975 un novillo, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; Biblia Reina Valera Gómez (2023) un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; |
Ciertamente él ha llevado nuestros padecimientos, y con nuestros dolores él se cargó; mas nosotros le reputamos como herido, castigado de Dios y afligido.
así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Y por su causa yo a mí mismo me santifico, para que ellos también sean santificados con la verdad.
¿quién es el que condena? ¡Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fué levantado de entre los muertos; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros!
que se dió a sí mismo en rescate por todos; de lo cual el testimonio había de darse a sus propias sazones;
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.
Pues convenía a aquel para quien son todas las cosas, y por medio de quien son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacer perfecto al autor de su salvación por medio de los padecimientos.
quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.
Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;