¶Y en el año treinta y nueve de su reinado, enfermó Asa de los pies, hasta que su enfermedad fue gravísima: sin embargo, en su enfermedad no acudió a Jehová sino a los médicos.
Lucas 8:43 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y una mujer que hacía doce años que padecía flujo de sangre, la cual había gastado en médicos todo su sustento, y no había podido ser sanada por ninguno, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, Biblia Nueva Traducción Viviente Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua y no encontraba ninguna cura. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces una mujer, que padecía hemorragias desde hacía doce años y a la que nadie había podido curar, La Biblia Textual 3a Edicion y una mujer que estaba con flujo de sangre desde hacía doce años,° la cual no había podido° ser sanada por nadie, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y una mujer que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, |
¶Y en el año treinta y nueve de su reinado, enfermó Asa de los pies, hasta que su enfermedad fue gravísima: sin embargo, en su enfermedad no acudió a Jehová sino a los médicos.
pues que vosotros, al contrario de él, sois fraguadores de mentiras; médicos de ningún valor sois todos vosotros.
¡Dejaos pues del hombre, cuyo aliento está en su nariz! pues ¿en qué debe ser él estimado?
porque todos ellos echaron de lo que les sobra; mas ésta, de su indigencia, ha echado todo cuanto tenía, aun todo su sustento.
el cual dondequiera que le toma, le derriba; y él echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando: y hablé a tus discípulos para que le echasen fuera, y no pudieron.
¶Y he aquí una mujer que tenía un espíritu de enfermedad ya por diez y ocho años, y estaba agobiada, y no podía en manera alguna enderezarse.
¿Y acaso esta mujer, siendo hija de Abraham, a quien, he aquí, hace diez y ocho años que Satanás la ligó, no debiera ser desatada de esta ligadura en día de sábado?
Y habiendo salido a tierra, le vino al encuentro cierto hombre de aquella ciudad, que hacía mucho tiempo que tenía demonios, y no vestía ropa alguna, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Pero mientras iba Jesús, el tropel de gente le apretaba.
llegándose por detrás de él, tocó el borde de su vestido; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Y PASANDO adelante, vió a un hombre que era ciego desde su nacimiento.
pero cómo ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, no lo sabemos; preguntadle a él; edad tiene; él dará razón de sí mismo.
Y cierto hombre, cojo desde el seno de su madre, era llevado, a quien ponían diariamente a la puerta del Templo llamada la Hermosa, para pedir limosna de los que entraban en el Templo;
porque era de más de cuarenta años el hombre en quien fué hecho este milagro de curación.