Visitas la tierra, y la riegas abundantemente; la colmas de tus riquezas; el río de Dios está lleno de aguas: preparas el grano de ellos, cuando así has aparejado la tierra.
Lucas 7:16 - Biblia Version Moderna (1929) Y temor apoderóse de todos; y alababan a Dios, diciendo: ¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros! y: ¡Dios ha visitado a su pueblo! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Un gran temor se apoderó de la multitud, y alababan a Dios diciendo: «Un profeta poderoso se ha levantado entre nosotros» y «Dios ha visitado hoy a su pueblo». Biblia Católica (Latinoamericana) Un santo temor se apoderó de todos y alababan a Dios, diciendo: 'Es un gran profeta el que nos ha llegado. Dios ha visitado a su pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Y un gran temor los sobrecogió, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros y Dios ha visitado a su pueblo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos quedaron sobrecogidos de temor y glorificaban a Dios, diciendo: 'Un gran profeta ha surgido entre nosotros; Dios ha visitado a su pueblo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. |
Visitas la tierra, y la riegas abundantemente; la colmas de tus riquezas; el río de Dios está lleno de aguas: preparas el grano de ellos, cuando así has aparejado la tierra.
Y creyó el pueblo; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había mirado su aflicción, inclinaron la cabeza y adoraron.
Y esta ciudad me será un nombre de regocijo, una alabanza y una gloria, delante de todas las naciones de la tierra; las cuales oirán de todo el bien que yo le haré, y temerán y temblarán a causa de todo el bien y a causa de toda la prosperidad que le voy a conceder.
de manera que la multitud se maravillaba, cuando veía a los mudos hablando, a los mancos sanos, a los cojos andando, a los ciegos con vista; y glorificaron al Dios de Israel.
Y las multitudes decían: ¡Éste es Jesús, el profeta de Nazaret, de Galilea!
Y ellas, partiendo prestamente del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a los discípulos.
Y viéndolo las gentes, quedaron asombradas, y glorificaron a Dios, que había dado tal potestad a los hombres
Y cayó temor sobre todos los que moraban en derredor de ellos; y por toda la serranía de Judea se hablaba de todas estas cosas.
¡Bendito sea el Señor Dios de Israel! porque ha visitado a su pueblo y obrado su redención;
y te derribarán al suelo, y a tus hijos en medio de ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra: por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación!
Y se volvieron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, así como les fué dicho.
Y él les dijo: ¿Qué cosas? A lo que ellos dijeron: Las cosas con respecto a Jesús el Nazareno, que fué profeta, poderoso en obra y palabra, delante de Dios y de todo el pueblo;
Y apoderóse espanto de todos, y glorificaban a Dios: y se llenaron de temor, diciendo: ¡Hemos visto maravillas hoy!
Simón Pedro, pues, viendo esto, cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!
Mas al ver esto el fariseo que le había convidado, habló dentro de sí, diciendo: Éste, si fuera profeta, hubiera conocido quién y qué tal es la mujer que le toca; porque es pecadora.
Y toda la muchedumbre de la región de los Gadarenos en derredor, le rogaron que se retirase de ellos; porque se había apoderado de ellos un gran temor: y subiendo en la barca, él se volvió.
Y ellos respondiendo, dijeron: Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas ha resucitado.
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: No soy. ¿Eres tú el Profeta? Y respondió: No.
Y le preguntaron, diciéndole ¿Por qué, pues, bautizas, si no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta?
¶Por tanto aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho, decían: Este es verdaderamente el Profeta que había de venir al mundo.
Dicen otra vez al ciego: ¿Tú qué dices de él, ya que te abrió los ojos? Y dijo: Que es profeta.
Y oyendo Ananías estas palabras, cayó, y expiró: y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Éste es aquel Moisés que dijo a los hijos de Israel: El Señor vuestro Dios os levantará un Profeta, de entre vuestros hermanos, semejante a mí: a él oiréis.
¶Jehová tu Dios levantará para ti un Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, semejante a mí; a él oiréis: