y hazme manjares sabrosos, como me gustan, y tráemelos, para que yo coma y mi alma te bendiga antes que yo muera.
Lucas 24:50 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y los condujo fuera de la ciudad hasta enfrente de Betania; y alzando las manos, los bendijo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús los llevó a Betania, levantó sus manos al cielo y los bendijo. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. La Biblia Textual 3a Edicion Y los condujo fuera hasta cerca de Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los condujo fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. |
y hazme manjares sabrosos, como me gustan, y tráemelos, para que yo coma y mi alma te bendiga antes que yo muera.
Y respondió José a su padre: Son mis hijos que me ha dado Dios en este lugar. Y él dijo: Tráemelos, para que los bendiga.
Todas estas son las tribus de Israel, doce en número, y esto fué lo que les dijo su padre cuando los bendijo: a cada una la bendijo conforme a su propia bendición.
Entonces Aarón alzó las manos hacia el pueblo y los bendijo; en seguida descendió del altar donde había ofrecido la ofrenda por el pecado y el holocausto y las ofrendas pacíficas.
Y tomólos en sus brazos, y los bendijo, poniendo las manos sobre ellos.
Y CUANDO se iban acercando a Jerusalem, al llegar a Betfage y Betania, junto al Monte de los Olivos, Jesús envía dos de sus discípulos,
Y sucedió que, mientras los bendecía, separóse de ellos, y fué llevado arriba al cielo.
¶Entonces ellos se volvieron a Jerusalem desde el monte llamado el Olivar, que está cerca de Jerusalem, distante la caminata de un sábado.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndole ellos, se fué elevando; y le recibió una nube, ocultándole de su vista.
¶Deseo pues que oren los hombres en todo lugar, alzando manos santas, sin ira ni disensión.
Entonces los bendijo Josué, y los despidió, y ellos se fueron a sus moradas.