Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Lucas 24:38 - Biblia Version Moderna (1929)

Él entonces les dijo: ¿Por qué estáis turbados? ¿y por qué se suscitan cavilaciones en vuestros corazones?

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

«¿Por qué están asustados? —les preguntó—. ¿Por qué tienen el corazón lleno de dudas?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

pero él les dijo: '¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso?'

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y por qué surgen dudas en vuestro corazón?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero él les dijo: '¿Por qué estáis turbados y por qué surgen dudas en vuestro corazón?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestros corazones estos pensamientos?

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Lucas 24:38
7 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalem, para que seas salva! ¿hasta cuándo se aposentarán tus malos pensamientos dentro de ti?


¶Entonces Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, fué aturdido por un momento, y sus pensamientos le espantaron. El rey pues respondió y dijo: ¡Oh Beltsasar, no te espante el sueño, ni su interpretación! Respondió Beltsasar, y dijo: ¡Señor mío, sea este sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios!


Ví un sueño que me atemorizó, y mis pensamientos sobre mi cama y las visiones de mi cabeza me aterraron.


Y conociéndolo Jesús, dijo: ¿Qué discurrís entre vosotros, hombres de poca fe, porque no tenéis pan?


Mas ellos quedaron aterrados y espantados, pareciéndoles que veían un espíritu.


Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.


Y no hay criatura alguna que no esté manifiesta delante de la presencia de él; sino antes, todas las cosas están desnudas y patentes a los ojos de aquel con quien tenemos que ver.