¶Entonces Moisés suplicó a Jehová su Dios, diciendo: ¿Para qué, oh Jehová, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza y con mano poderosa?
Lucas 15:30 - Biblia Version Moderna (1929) mas luego que vino éste tu hijo, que ha devorado tu hacienda con las rameras, has matado para él el becerro cebado. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuando este hijo tuyo regresa después de haber derrochado tu dinero en prostitutas, ¡matas el ternero engordado para celebrar!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo. La Biblia Textual 3a Edicion pero cuando regresó este hijo tuyo, que consumió tu hacienda con prostitutas, mataste para él el becerro gordo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero, cuando llega ese hijo tuyo que ha devorado tus bienes con prostitutas, has mandado matar para él el ternero cebado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando vino este, tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has matado para él el becerro grueso. |
¶Entonces Moisés suplicó a Jehová su Dios, diciendo: ¿Para qué, oh Jehová, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza y con mano poderosa?
¶Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: ¡Anda, baja; porque se ha corrompido tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto!
El que ama la sabiduría alegra a su padre; mas aquel que se acompaña con las rameras, malrota su hacienda.
porque todos ellos echaron de lo que les sobra; mas ésta, de su indigencia, ha echado todo cuanto tenía, aun todo su sustento.
Pero él respondiendo, dijo a su padre: He aquí, tantos años ha que te sirvo como un esclavo, sin haber nunca traspasado tu mandamiento; y jamás me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos;
Él, entonces, le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
Mas era menester hacer fiesta y regocijarnos; porque este tu hermano muerto era, y ha vuelto a vivir; y habíase perdido, y ha sido hallado.
El fariseo se puso en pie, y oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni siquiera como este publicano.