Arrancan barrilla junto a los arbustos; y raíces de retama es su comida.
Lucas 15:16 - Biblia Version Moderna (1929) Y deseaba hartarse de las algarrobas que comían los puercos; y nadie le daba nada. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Biblia Nueva Traducción Viviente El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada. Biblia Católica (Latinoamericana) Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba algo. La Biblia Textual 3a Edicion Y ansiaba saciarse° con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ansiaba llenar su estómago siquiera de las algarrobas que comían los puercos, pues nadie le daba nada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los puercos; mas nadie le daba. |
Arrancan barrilla junto a los arbustos; y raíces de retama es su comida.
¡Mira a mi diestra y ve; pues no hay quien me quiera conocer! ¡refugio me falta! ¡no hay quien se cuide de mi alma!
¡Apaciéntase de ceniza, un corazón engañado le extravía, de modo que no pueda libertar a su alma, ni decir: ¿No hay acaso una mentira en mi mano derecha?
¿Por qué gastáis dinero por lo que no es pan, y os afanáis por lo que no os puede satisfacer? ¡Escuchadme con atención y comed lo que es bueno, y deléitense vuestras almas en grosura!
Mas en cuanto a vosotros, ¡llegaos acá, hijos de la hechicera, prole de la adúltera y de la ramera!
HE.- Los que se alimentaban de manjares delicados, pereciendo están por la calles; los que se criaban en escarlata, se abrazan con los estercoleros.
EFRAIM se alimenta de viento, y persigue al solano; de continuo multiplica las mentiras y las causas de destrucción: hacen pacto con Asiria, y aceite es llevado a Egipto.
¶No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos; no sea que las rehuellen con sus pies, y volviéndose sobre vosotros, os despedacen.
Y fué, y arrimóse a uno de los ciudadanos de aquel país; el cual le envió a sus campos para apacentar los puercos.
Mas cuando volvió en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen sobreabundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!