Y murió Débora, nodriza de Rebeca, y fué enterrada al pie de la colina de Bet-el, debajo de una encina; la cual fué llamada Encina del llanto.
Jueces 4:5 - Biblia Version Moderna (1929) Y daba sus audiencias bajo el palmar de Débora, entre Ramá y Bet-el, en la serranía de Efraim; y los hijos de Israel acudían a ella a juicio. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Biblia Nueva Traducción Viviente Solía sentarse bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la zona montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a ella para que los juzgara. Biblia Católica (Latinoamericana) Se sentaba bajo la Palmera de Débora, entre Rama y Betel, en la montaña de Efraín, y los israelitas subían donde ella para obtener justicia. La Biblia Textual 3a Edicion Y se sentaba bajo el palmar de Débora, entre Ramá y Bet-’El, en la serranía de Efraín, y los hijos de Israel acudían a ella para que los juzgara. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se sentaba bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraín; y los israelitas acudían a ella para resolver sus litigios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ella habitaba debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. |
Y murió Débora, nodriza de Rebeca, y fué enterrada al pie de la colina de Bet-el, debajo de una encina; la cual fué llamada Encina del llanto.
¶Y aconteció al día siguiente, que Moisés se sentó para juzgar al pueblo; y el pueblo permaneció al rededor de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
Cuando tienen algún pleito, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro; y les doy a conocer los estatutos de Dios y sus leyes.
Ahora pues, oye mi voz; yo te aconsejaré, y será Dios contigo. Se tú el representante del pueblo delante de Dios, para que traigas las causas a Dios.
y éstos juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo llevaban a Moisés; mas todo asunto pequeño lo juzgaban ellos mismos.
Así dice Jehová: Se oye una voz en Ramá lamentación y llanto amargo: es Raquel que llora a sus hijos, y rehusa ser consolada acerca de sus hijos, porque ya no existen.
y seguía adelante de Bet-el a Luz, y pasaba a lo largo del confín de los Arquitas hasta Atarot.
¶Y Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo.
HABÍA cierto hombre de Ramataim-zofim, de la serranía de Efraim, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Elíú, hijo de Tohú, hijo de Zuf, efrateo.
¶Y por la mañana madrugaron y adoraron delante de Jehová; luego regresaron y vinieron a su casa en Ramá. Y llegóse Elcana a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.
Y oyó Saúl que habían sido descubiertos David y los hombres que le acompañaban. Y Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo de un tamarindo, sobre un alto, con su lanza en la mano, y todos sus siervos estaban al rededor de él.
Y MURIÓ Samuel; y reunióse todo Israel, y le hicieron lamentación, y le enterraron en su casa, en Ramá. Después de esto David se levantó, y fuese al desierto de Parán.