Y respondiendo, me dijo así: Ésta es la palabra que dice Jehová a Zorobabel: ¡No por esfuerzo, ni con poder, sino por mi Espíritu! dice Jehová de los Ejércitos.
Juan 2:15 - Biblia Version Moderna (1929) Haciendo entonces un azote de cuerdas, los echó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; y arrojó al suelo el dinero de los cambistas, y trastornó sus mesas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se hizo un látigo con unas cuerdas y expulsó a todos del templo. Echó las ovejas y el ganado, arrojó por el suelo las monedas de los cambistas y les volteó las mesas. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, con las ovejas y los bueyes, y desparramó las monedas de los cambistas, y volcó las mesas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hizo entonces un látigo de cuerdas y los arrojó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas; |
Y respondiendo, me dijo así: Ésta es la palabra que dice Jehová a Zorobabel: ¡No por esfuerzo, ni con poder, sino por mi Espíritu! dice Jehová de los Ejércitos.
¶Y entró Jesús en el Templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Cuando, pues, les hubo dicho: Yo soy; retrocedieron, y cayeron a tierra.
Y halló en el Templo a los que vendían bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados
Y a los que vendían palomas les dijo: Quitad estas cosas de aquí! ¡no hagáis de la Casa de mi Padre una casa de comercio.
Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife, y lo dejaron perder.
(porque las armas de nuestra milicia no son carnales, mas son poderosas en Dios para demoler fortalezas,)