Y mandó José a sus siervos, los médicos, que embalsamasen a su padre; y embalsamaron los médicos a Israel.
Juan 19:40 - Biblia Version Moderna (1929) Tomaron pues el cuerpo de Jesús, y le envolvieron en lienzos, con las especias, como es costumbre de los judíos sepultar. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Biblia Nueva Traducción Viviente De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino. Biblia Católica (Latinoamericana) Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, según la costumbre de enterrar de los judíos. La Biblia Textual 3a Edicion Tomaron pues el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con las especias aromáticas, según es costumbre de sepultar entre los judíos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos, con los aromas, según acostumbran a sepultar los judíos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias, como es costumbre de los judíos sepultar. |
Y mandó José a sus siervos, los médicos, que embalsamasen a su padre; y embalsamaron los médicos a Israel.
y le sepultaron en una de sus propias sepulturas, que él había hecho labrar para sí en la ciudad de David; y le acostaron en una cama que estaba llena de especias aromáticas, y de diferentes géneros de ungüentos confeccionados por obra de los perfumistas; e hicieron por él una quema muy imponente.
Porque derramando este ungüento sobre mí cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
Ella ha hecho cuanto podía: adelantóse a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Mas Pedro se levantó y corrió al sepulcro; e inclinándose, vió los lienzos puestos aparte: y se fué a casa, maravillándose de lo que había acontecido.
Y aquel que había estado muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y envuelto el rostro en un sudario. Les dice Jesús: ¡Desatadle, y dejadle ir!
Jesús entonces le dijo: Dejadla; para el día de mi sepultura ella ha guardado esto.
Y levantándose los jóvenes, le envolvieron, y sacándolo fuera, lo sepultaron.