Ahora por cuanto nosotros comemos la sal del palacio, y no conviene que miremos callados la deshonra del rey, por tanto hemos enviado para certificar esto al rey,
Juan 12:5 - Biblia Version Moderna (1929) ¿Por qué no fué vendido este ungüento por trescientos denarios, y se ha dado a los pobres? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Biblia Nueva Traducción Viviente «Ese perfume valía el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres». Biblia Católica (Latinoamericana) Ese perfume se podría haber vendido en trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Por qué no fue vendido este perfume por trescientos denarios y dado a los pobres? Biblia Serafín de Ausejo 1975 '¿Por qué no se ha vendido este perfume en trescientos denarios, para dárselos a los pobres?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Por qué no fue este ungüento vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? |
Ahora por cuanto nosotros comemos la sal del palacio, y no conviene que miremos callados la deshonra del rey, por tanto hemos enviado para certificar esto al rey,
Mas él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos; por eso seguís diciendo: ¡Vayamos a ofrecer sacrificios a Jehová!
Esto no obstante, les seguiréis imponiendo la misma cuenta de ladrillos que hacían antes; nada rebajaréis de ella; pues están ociosos; por eso claman, diciendo: ¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!
diciendo: ¿Cuándo pasará la nueva luna, para que vendamos granos, y el sábado, para que expongamos el trigo (achicando el efa, y engrandeciendo el siclo, y defraudando con balanzas engañosas);
Mas al salir aquel mismo siervo, encontróse con uno de sus consiervos que le debía cien denarios; y trabando de él, le ahogaba, diciendo: ¡Paga lo que debes!
Y habiendo convenido con los trabajadores en un denario al día, los envió a su viña.
Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca se agota, donde ladrón no llega, ni polilla consume:
Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta una cosa todavía: Vende todo cuanto tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Y ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no adviertes la viga que está en tu mismo ojo?
Dijo entonces uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el cual le iba a entregar:
Esto lo dijo, no porque él tuviese cuidado de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, se llevaba lo: que se echaba en ella.
Pues algunos pensaban que, por tener Judas la bolsa, Jesús le había dicho: Compra lo que hemos menester para la fiesta; o que diese algo a los pobres.
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les es suficiente, para que cada uno tome un poco.