mas él mismo caminó, desierto adentro, la jornada de un día: y llegado, sentóse debajo de un arbusto, y pidió para sí la muerte, diciendo: ¡Ya basta, oh Jehová, quítame la vida; porque no soy yo mejor que mis padres!
Jonás 4:3 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Ahora pues, oh Jehová, ruégote me quites la vida; porque para mí es ya mejor morir que vivir! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Quítame la vida ahora, Señor! Prefiero estar muerto y no vivo si lo que yo predije no sucederá. Biblia Católica (Latinoamericana) Oh Yavé, te ruego que tomes mi vida, pues ahora es mejor para mí morir que vivir. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, oh YHVH, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, ¡oh Yahveh! quítame la vida; porque me es mejor la muerte que la vida'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. |
mas él mismo caminó, desierto adentro, la jornada de un día: y llegado, sentóse debajo de un arbusto, y pidió para sí la muerte, diciendo: ¡Ya basta, oh Jehová, quítame la vida; porque no soy yo mejor que mis padres!
EL buen nombre es mejor que el ungüento precioso; y el día de la muerte del justo que el día de su nacimiento.
No seas de espíritu presuroso en enojarte; porque el enojo descansa en el seno de los insensatos.
Y la muerte será escogida antes que la vida por todo el resto que quedare de esta familia perversa; aquellos que quedaren en todos los lugares adonde los habré arrojado, dice Jehová de los Ejércitos.
Y aconteció que cuando se levantó el sol, previno Dios un viento solano abrasador; y el sol dió sobre la cabeza de Jonás, de tal modo que desfallecía, y pidió para sí la muerte; diciendo: ¡Para mí mejor es morir que vivir!
Y si tú lo haces así conmigo, ¡mátame de una vez, te lo ruego, si he hallado gracia en tus ojos, y no vea yo más mi desdicha!
Y contendió el pueblo con Moisés, y hablaron, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos perecido cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!
Yo empero no me he valido de ninguno de estos derechos; y no escribo estas cosas para que se haga así conmigo; porque bueno me fuera morir, mas bien que el que nadie me prive de esta gloria mía.