Serán vestidos mis adversarios de vergüenza, y cubiertos de su misma confusión, como de un manto.
Jeremías 51:51 - Biblia Version Moderna (1929) Avergonzados estamos, por que hemos escuchado nuestra afrenta; la confusión ha cubierto nuestro rostro; porque entraron los extraños en los santuarios de la Casa de Jehová. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; la confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente «Estamos avergonzados —dicen los del pueblo—. Estamos ofendidos y en desgracia porque extranjeros profanaron el templo del Señor». Biblia Católica (Latinoamericana) Estábamos indignados al oír tantos insultos y nos tapábamos la cara de vergüenza al saber que extranjeros habían entrado en los lugares santos de la Casa de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Estamos avergonzados, hemos oído el reproche. La confusión cubre nuestros rostros, porque los extranjeros han entrado en el Santuario de la Casa de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estamos avergonzados, porque hemos oído el ultraje, la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque entraron extranjeros en los santos lugares del templo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta: confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová. |
Serán vestidos mis adversarios de vergüenza, y cubiertos de su misma confusión, como de un manto.
¡Sean avergonzados y perezcan los adversarios de mi alma! ¡Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que procuran mi mal!
¡OH Dios, los gentiles han entrado en tu herencia; han profanado tu santo Templo! ¡han convertido a Jerusalem en montones de escombros!
y devuelve a nuestros vecinos en su mismo seno, con los siete tantos, la deshonra con que te han deshonrado, oh Jehová!
Hemos venido a ser objeto de oprobio a nuestros vecinos, el escarnio y la irrisión de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre? ¿arderá como fuego tu ira?
PORQUE se apiadará Jehová de Jacob, y escogerá otra vez a Israel; y los hará descansar en su misma tierra: y el extranjero será unido con ellos; pues que los tales serán adjuntos a la casa de Jacob.
CARGA del desierto de la mar: Como se lanzan los huracanes en el sur, así del desierto viene el enemigo, de una tierra terrible:
¡DESCIENDE, y siéntate en el polvo, oh virgen, hija de Babilonia! ¡siéntate en tierra, sin trono, oh hija de los Caldeos! porque no volverán más a llamarte tierna y delicada.
Y sus nobles envían a sus criados por agua; van éstos a los pozos, mas no hallan aguas: se vuelven con sus vasijas vacías: avergonzados y confusos, cubren sus cabezas.
y a todos los reyes del Norte, cercanos y lejanos, unos con otros: en fin, a todos los reyes del mundo que están sobre la faz de la tierra: y el rey de Sesac beberá después de ellos.
Ciertamente después que me volví de ti, me he arrepentido, y después que fuí, me herí el muslo; estoy avergonzado y también confundido, porque llevo el oprobio de mi juventud.
Y quemó la Casa de Jehová y la casa del rey; también quemó a fuego todas las casas de Jerusalem, y todos los palacios.
YOD.- El adversario extiende sus manos sobre todas las cosas, que ella más apreciaba; pues que ella ha visto a los paganos entrar en su Santuario; de los cuales mandaste que no hubiesen de entrar en tu Congregación.
RESH.- ¡Mira, oh Jehová, y considera! ¿A quién jamás has hecho así? ¿Acaso las mujeres han de comer el fruto de su seno, los chiquitos que acarician en sus manos? ¿Acaso el sacerdote y el profeta deben ser muertos en el Santuario de Jehová?
ACUÉRDATE, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido; mira, y ve nuestro oprobio!
Di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: He aquí que voy a profanar mi Santuario, el orgullo de vuestro poder, el deleite de vuestros ojos, y del cual tiene lástima vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas, a quienes dejasteis en la Judea, caerán a cuchillo.
Haré abundar también el fruto del árbol y el producto del campo a finde que no os alcance más el vituperio del hambre entre las naciones.
Y ellos se ceñirán de saco; el horror también les cubrirá; y en todas las caras habrá vergüenza, y en todas sus cabezas peladura.
Y díjoles: ¡Contaminad la Casa, y llenad los atrios con los muertos! ¡Salid! Salieron pues, y mataron en la ciudad.
Y se levantarán auxiliares de su parte, de modo que profanarán el Santuario, la fortaleza nuestra; yquitarán el holocausto continuo, y pondrán allí la abominación desoladora.
Y serán asolados los altos de Isaac, y los santuarios de Israel serán demolidos; y con la espada yo me levantaré contra la casa de Jeroboam.
Porque son guardados los estatutos de Omri, y todas las obras de la casa de Acab; y andáis en los consejos de ellos, a fin de que yo te haga una desolación, y a los habitantes de ella un silbido; y llevaréis vosotros el oprobio de mi pueblo.
Y esto lo verá mi enemiga, y el baldón la cubrirá; aquella misma que me dice ¿Dónde está Jehová tu Dios? ¡Mis ojos la han de mirar; ahora será ella hollada como el lodo de las calles!