¶En el mes quinto, al séptimo del mes (era el año diez y nueve del rey Nabucodonosor rey de Babilonia), Nabuzaradán, capitán de la guardia real y siervo del rey de Babilonia, llegó a Jerusalem.
Jeremías 39:8 - Biblia Version Moderna (1929) Y los Caldeos quemaron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo; y derribaron los muros de Jerusalem. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y los caldeos pusieron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, los babilonios quemaron Jerusalén, incluidos el palacio real y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Los caldeos incendiaron el palacio real y las casas del pueblo, y demolieron las murallas de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Y los caldeos quemaron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas de la población y derribaron las murallas de Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los caldeos prendieron fuego a la casa del rey y a las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén. |
¶En el mes quinto, al séptimo del mes (era el año diez y nueve del rey Nabucodonosor rey de Babilonia), Nabuzaradán, capitán de la guardia real y siervo del rey de Babilonia, llegó a Jerusalem.
Incendiaron también la Casa de Dios, y derribaron el muro de Jerusalem; y quemaron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus muebles más preciosos.
Y ellos me contestaron: El resto que ha quedado de los del cautiverio, allá en la provincia de Judá, están en grande miseria y oprobio; también el muro de Jerusalem derribado está, y sus puertas quemadas a fuego.
En mis oídos ha dicho esto Jehová de los Ejércitos: De seguro que muchas casas vendrán a ser una desolación, casas grandes y hermosas, por falta de habitador.
Mas si no me escuchareis para santificar el día del descanso, y para no llevar cargas, entrando por las puertas de Jerusalem en el día del descanso, encenderé un fuego en las puertas de ella, que devorará los palacios de Jerusalem; y no será apagado.
Porque he puesto mi rostro hacia esta ciudad para mal y no para bien, dice Jehová: será entregada en mano del rey de Babilonia, el cual la quemará a fuego.
Y vendrán los Caldeos que pelean contra esta ciudad, y pegarán fuego a esta ciudad y la quemarán, juntamente con las casas en cuyos terrados sus habitantes quemaban incienso a Baal, y derramaban libaciones a otros dioses, para provocarme a ira.
¶Así dice Jehová, el Dios de Israel: Vé y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dice Jehová: He aquí que voy a entregar esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y él la quemará a fuego.
He aquí que voy a mandar, dice Jehová, y ellos volverán a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y la quemarán a fuego: también a las ciudades de Judá convertiré en una desolación sin habitante.
Pues aunque hubiereis herido a todo el ejército de los Caldeos que pelea contra vosotros, de modo que no quedaren entre ellos sino hombres alanceados, se levantarán cada cual en su tienda, y quemarán a fuego esta ciudad.
Pero si no salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y ellos la quemarán a fuego; y tú no escaparás de mano de ellos.
¡Escalad sus muros, oh babilonios, y destruíd! mas no hagáis un exterminio completo; quitad sus sarmientos a esta vid, porque no son de Jehová.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí, se derramará mi ira y mi ardiente indignación en este lugar, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre los árboles del campo, y sobre los frutos del suelo; y arderá como fuego, y no se apagará.
YOD.- El adversario extiende sus manos sobre todas las cosas, que ella más apreciaba; pues que ella ha visto a los paganos entrar en su Santuario; de los cuales mandaste que no hubiesen de entrar en tu Congregación.
BETH.- ¡Tragó el Señor, sin tener piedad, a todas las moradas de Jacob; derribó en su saña las fortalezas de la hija de Judá: echó por tierra y profanó al reino y a sus príncipes!
ZAYIN.- El Señor ha desechado su altar; ha aborrecido su Santuario: entregó en mano del enemigo los muros de los palacios de Sión: los paganos hicieron resonar su voz en la Casa de Jehová, como en día de fiesta solemne.
Y quemarán tus casas a fuego, y ejecutarán en ti juicios, en presencia de muchas mujeres; y así yo haré que ceses de ser fornicaria, ni tampoco darás más paga.
Pues aquella asamblea las apedreará, y las tajará con sus espadas: matarán a sus hijos y a sus hijas, y quemarán sus casas a fuego.
Y aconteció en el año doce de nuestro cautiverio, en el mes décimo, el día cinco del mes, que vino a mí uno que había escapado de Jerusalem, el cual decía: ¡Ha sido herida la ciudad!
sino que enviaré un fuego contra Judá, que devorará los palacios de Jerusalem.
Por tanto, Sión, a causa de vosotros, será arada como un campo, y Jerusalem vendrá a ser montón de ruinas, y el monte de la Casa santa, como altos cubiertos de bosque.