Ebed-melec pues tomó consigo los hombres, y fué a la casa del rey, a la parte debajo de la tesorería, y tomó de allí ropa deshecha y trapos viejos, y los bajaron a Jeremías con sogas, dentro de la cisterna.
Jeremías 38:12 - Biblia Version Moderna (1929) Y Ebed-melec etíope dijo a Jeremías: Ruégote que pongas esta ropa deshecha y los trapos viejos debajo de tus sobacos, donde te cogen las sogas: y Jeremías lo hizo así. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. Biblia Nueva Traducción Viviente Ebed-melec le gritó a Jeremías: «Ponte estos trapos debajo de tus axilas para protegerte de las sogas». Cuando Jeremías estuvo listo, Biblia Católica (Latinoamericana) Ponte estos trapos en los sobacos y pasa las cuerdas por debajo. Jeremías lo hizo, La Biblia Textual 3a Edicion Y Ebed-melec, el etíope, dijo a Jeremías: Ponte ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas bajo los sobacos, debajo de las sogas; y Jeremías lo hizo así. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El cusita Ebedmélec dijo a Jeremías: 'Ponte estos trozos de ropas usadas y rotas en los sobacos, por debajo de las cuerdas'. Jeremías lo hizo así. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el etíope Ebedmelec dijo a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas bajo tus sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. |
Ebed-melec pues tomó consigo los hombres, y fué a la casa del rey, a la parte debajo de la tesorería, y tomó de allí ropa deshecha y trapos viejos, y los bajaron a Jeremías con sogas, dentro de la cisterna.
Y sacaron a Jeremías con las sogas, alzándole de la cisterna; y permaneció Jeremías en el patio de la cárcel.
Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín.
Tocante al amor fraternal, sed sinceramente afectos los unos hacia los otros; en cuanto a honra, prefiriendo cada cual al otro;
y sed benignos los unos para con los otros, compasivos, perdonándoos los unos a los otros, así como Dios también en Cristo os ha perdonado a vosotros.