Y llamó a Jehová que con ella hablaba, Tú-Dios-me-ves; pues dijo: ¿He visto aquí yo también las espaldas de Aquel que me ve?
Génesis 32:31 - Biblia Version Moderna (1929) Y salióle el sol cuando él pasaba por Penuel; y cojeaba del muslo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. Biblia Nueva Traducción Viviente El sol salía cuando Jacob dejó Peniel y se fue cojeando debido a su cadera dislocada. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob llamó a aquel lugar Panuel, o sea Cara de Dios, pues dijo: 'He visto a Dios cara a cara y aún estoy vivo. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando hubo pasado Peni-’El, salió el sol, y cojeaba por causa de su muslo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jacob dio a aquel lugar el nombre de Penuel, porque se dijo: 'He visto a Dios cara a cara, y no obstante ha quedado a salvo mi vida'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le salió el sol pasado que hubo a Peniel; y cojeaba de su cadera. |
Y llamó a Jehová que con ella hablaba, Tú-Dios-me-ves; pues dijo: ¿He visto aquí yo también las espaldas de Aquel que me ve?
Y al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: ¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan aquí, no sea que tú también perezcas en el castigo de la ciudad!
Y cuando éste vió que no podía con él, tocó la coyuntura del muslo de Jacob; y descoyuntóse la coyuntura de Jacob entretanto que luchaba con él.
Por tanto no comen los hijos de Israel del tendón de la cadera, que está en la coyuntura del muslo, hasta el día de hoy; por cuanto aquel hombre tocó la coyuntura del muslo de Jacob, en el tendón de la cadera.
¶Jeroboam entonces edificó a Siquem, en la serranía de Efraim, y habitó en ella; y de allí salió, y edificó a Penuel.
Ellos pues tomaron el novillo que se les había dado, y le aderezaron; e invocaron el nombre de Baal desde por la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Oh Baal, óyenos! pero no hubo voz, ni quien respondiese: y ellos saltaban junto al altar que habían hecho.
Pues que estoy a punto de tropezar, y mi dolor está delante de mí continuamente.
y vieron al Dios de Israel; y debajo de sus pies había como una obra de pavimento de zafiros, que era como el cielo mismo en claridad.
Mas no extendió la mano sobre los nobles de Israel; los cuales miraron a Dios, y comieron y bebieron.
Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.
Para vosotros empero que teméis mi Nombre, se levantará el Sol de justicia, trayendo salud eterna en sus alas; y saldréis vosotros, saltando alegres como terneros cebados.
Y para que yo no fuese ensalzado desmedidamente, a causa de la grandeza de las revelaciones, me fué dada una espina en mi carne, un mensajero de Satanás, que me abofetease, a fin de que yo no fuese ensalzado desmedidamente.
Y él me ha dicho: Bástate mi gracia; pues que mi poder se perfecciona en tu flaqueza. Por tanto yo muy gustosamente me gloriaré con preferencia en mis flaquezas, para que el poder de Cristo haga morada conmigo.
y me dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha hecho ver su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. Hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste vive.
¿Porque quién hay de toda carne que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya vivido?
Así vió Gedeón que era el Ángel de Jehová; y dijo Gedeón: ¡Ay de mí, Señor Jehová, porque he visto el Ángel de Jehová cara a cara!
Subió pues de allí a Penuel, y a los de ella habló de la misma manera: mas los hombres de Penuel le respondieron del mismo modo que los hombres de Sucot.