Óyenos, señor mío: Gran príncipe eres tú en medio de nosotros; en lo más selecto de nuestras sepulturas entierra tu muerto; ninguno de nosotros te negará su sepultura, para que no entierres tu muerto.
Génesis 30:8 - Biblia Version Moderna (1929) Y dijo Raquel: ¡Con grandes luchas he luchado con mi hermana y he prevalecido! y le nombró Neftalí. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. Biblia Nueva Traducción Viviente Raquel le puso por nombre Neftalí, porque dijo: «He luchado mucho con mi hermana, ¡y estoy ganando!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y Raquel dijo: 'Tuve una lucha tremenda con mi hermana y he vencido. Por eso lo llamó Neftalí. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Raquel: Con luchas de Dios° he luchado con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Raquel: 'He competido con mi hermana y he vencido'. Por eso lo llamó Neftalí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Raquel: Con grandes luchas he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. |
Óyenos, señor mío: Gran príncipe eres tú en medio de nosotros; en lo más selecto de nuestras sepulturas entierra tu muerto; ninguno de nosotros te negará su sepultura, para que no entierres tu muerto.
Y Bilha sierva de Raquel concibió otra vez y parió su segundo hijo a Jacob.
Mas cuando Lea vió que había dejado de parir, tomó a Zilpa, su sierva, y la dió a Jacob por mujer.
Suplicad a Jehová; porque ya ha habido lo bastante de grandes truenos y granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.
Luego la tribu de Neftalí, siendo el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán;
y dejando a Nazaret, vino y establecióse en Capernaum, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalí;
Y de Neftalí dijo: ¡Oh Neftalí, saciado de favores, y colmado de la bendición de Jehová, posee tú el mar y el sur!
Y hubo temblor en el campamento, en el campo y entre toda la gente; y la guarnición y los merodeadores también temblaron; la tierra también se sacudió; de modo que vino a ser un temblor muy grande.