Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán separados desde tus entrañas; y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo; y el mayor servirá al menor.
Génesis 27:13 - Biblia Version Moderna (1929) Y le dijo su madre: Sobre mí recaiga tu maldición, hijo mío; oye tan lo mi voz, y anda, tráemelos. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero su madre respondió: —¡Entonces que la maldición caiga sobre mí, hijo mío! Tú simplemente haz lo que te digo. ¡Sal y tráeme los cabritos! Biblia Católica (Latinoamericana) Su madre le replicó: 'Tomo para mí la maldición. Pero tú, hijo mío, hazme caso, y ve a buscar lo que te pedí. La Biblia Textual 3a Edicion Pero su madre le respondió: Hijo mío, tu maldición caiga sobre mí. Sólo obedece mi voz, así que ve y tráemelos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestóle su madre: 'Sobre mí tu maldición, hijo mío; tú escucha solamente lo que te digo: anda y tráemelos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz, y ve y tráemelos. |
Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán separados desde tus entrañas; y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo; y el mayor servirá al menor.
Dijo entonces Jacob: Júramelo hoy. Y él se lo juró, vendiendo su primogenitura a Jacob.
Fué pues Jacob, y los trajo a su madre; e hizo su madre manjares sabrosos, como le gustaban a su padre.
Ahora pues, hijo mío, oye mi voz, y levántate y huye a casa de Labán, mi hermano, a Carán;
Yo responderé de él; de mi mano le demandarás: si yo no te le volviere a traer, y le pusiere delante de ti, ¡lleve yo la culpa por siempre para contigo!
Entonces la mujer de Tecoa respondió al rey: ¡Sobre mí, señor mío, oh rey, sea la iniquidad, y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa!
Él también anduvo en los caminos de la casa de Acab; porque su misma madre fué su consejero para obrar inicuamente.
Y todo el pueblo respondiendo, dijo: ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!
Y, caída a sus pies, dijo: ¡Sobre mí, sobre mí, señor mío, sea esta iniquidad! Permite, te lo ruego, que hable tu sierva en tus oídos, en tanto que escuches las palabras de tu sierva.