Mas antes que se acostasen, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa al rededor, así los mozos como los viejos, todo el pueblo de cabo a cabo.
Génesis 19:7 - Biblia Version Moderna (1929) Os ruego, hermanos míos, no hagáis esta maldad. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. Biblia Nueva Traducción Viviente —Por favor, hermanos míos —suplicó—, no hagan una cosa tan perversa. Biblia Católica (Latinoamericana) y les dijo: 'Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. La Biblia Textual 3a Edicion y exclamó: ¡Por favor, hermanos míos, no hagáis este mal! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego les dijo: 'Os ruego, hermanos míos, que no cometáis tal maldad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. |
Mas antes que se acostasen, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa al rededor, así los mozos como los viejos, todo el pueblo de cabo a cabo.
Entonces salió a ellos Lot, a la entrada, y cerró la puerta tras sí, y dijo:
He aquí tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, si os place, y haréis con ellas como bien os pareciere; con tal que no hagáis nada a estos varones; por cuanto han entrado bajo la sombra de mi techo.
¶Ni con varón te acostarás del modo que uno se acuesta con mujer; es abominación.
Asimismo respecto del hombre que se acostare con varón, como uno se acuesta con mujer; ambos a dos han cometido abominación: serán muertos irremisiblemente: recaiga su sangre sobre ellos.
e hizo de una misma sangre todas las naciones de los hombres, para habitar sobre toda la haz de la tierra, fijando sus tiempos señalados, y los términos de su habitación;
¶Por lo cual, los entregó Dios, en las concupiscencias de sus corazones, a inmundicia, para que deshonrasen sus mismos cuerpos entre sí;
¶No ha de haber prostituta de entre las hijas de Israel; ni habrá sodomita de entre los hijos de Israel.
¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.
Salió pues a ellos el dueño de la casa, y les dijo: No, hermanos míos, no hagáis esta maldad, os lo ruego; ya que vino este hombre a mi casa, no hagáis esta cosa nefanda.
¶Entonces vino Gaal hijo de Ebed, con sus hermanos, pasando por Siquem; y los vecinos de Siquem pusieron su confianza en él,