¡Ah! ¡el tumulto de muchos pueblos, (los cuales hacen estruendo como el estruendo de los mares), y el estrépito de las naciones! Rugen como rugido de poderosas aguas;
Daniel 7:2 - Biblia Version Moderna (1929) Habló Daniel, y dijo: Yo estaba mirando en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo se desataron sobre el Mar Grande. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Biblia Nueva Traducción Viviente Esa noche, en mi visión, yo, Daniel, vi una tempestad que agitaba la superficie de un mar grande, con vientos fuertes soplando de todas direcciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Daniel tomó la palabra y dijo: 'Tuve visiones durante la noche: cuatro vientos del cielo sacudían el mar, La Biblia Textual 3a Edicion Habló Daniel, y dijo: Miraba yo en mi visión nocturna, y he aquí los cuatro vientos de los cielos se desataron sobre el Mar Grande,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estaba yo observando durante mi visión nocturna, y de pronto vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Habló Daniel y dijo: Veía yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían sobre el gran mar. |
¡Ah! ¡el tumulto de muchos pueblos, (los cuales hacen estruendo como el estruendo de los mares), y el estrépito de las naciones! Rugen como rugido de poderosas aguas;
Y traeré contra Elam los cuatro vientos, desde los cuatro puntos del cielo; y los esparciré hacia todos aquellos vientos; y no habrá nación adonde no lleguen los desterrados de Elam.
Ha subido contra Babilonia un mar de enemigos; con el tumulto de sus olas ella ha sido anegada.
Mas después que se haya levantado, será quebrado su reino, y será repartido hacia los cuatro vientos del cielo, pero no a su posteridad; ni conforme al dominio suyo que él ejerció; porque su reino será arrancado de raíz, y quedará para otros fuera de aquéllos.
Entonces fué revelado el secreto a Daniel, en una visión de la noche. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo:
¶Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido a un hijo de hombre; y vino al Anciano de días, y le trajeron delante de él.
¶Después de esto yo estaba mirando en visones de la noche, y he aquí otra cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía grandes dientes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras las hollaba con sus pies; y era diferente de todas las bestias que habían sido antes que ella; y tenía diez cuernos.
Yo ví pues en la visión (y fué así que al verla, estaba en Susán, la metrópoli, que está en la provincia de Elam); y ví en la visión, estando junto al río Ulai.
¶Entonces el macho cabrío engrandecióse hasta lo sumo; pero estando en su mayor potencia, fué quebrado aquel gran cuerno; y subieron cuatro cuernos notables en su lugar, hacía los cuatro vientos del cielo.
Y el ángel contestó, diciéndome: Éstos son los cuatro vientos del cielo, que van saliendo de su puesto, junto al Señor de toda la tierra.
Y enviará sus ángeles con grande estruendo de trompeta, los cuales juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, del un cabo del cielo hasta el otro.
Y me dijo: Las aguas que viste, endonde la ramera está sentada, son pueblos, y multitudes, y naciones, y lenguas.
DESPUÉS de esto, ví cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre árbol alguno.