Y él respondió: Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.
Daniel 10:7 - Biblia Version Moderna (1929) Y yo Daniel solo ví la visión; pues no la vieron los hombres que conmigo estaban; sino que cayó sobre ellos un terror grande, de modo que huyeron, y se escondieron. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Solo yo, Daniel, vi esta visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron nada, pero de pronto tuvieron mucho miedo y corrieron a esconderse. Biblia Católica (Latinoamericana) Sólo yo Daniel contemplé esa visión; los hombres que me acompañaban no vieron nada, pero se apoderó de ellos un gran susto y corrieron a esconderse. La Biblia Textual 3a Edicion Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, pero un gran temor se apoderó de ellos y huyeron para esconderse. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo solo, Daniel, veía la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron nada; pero se apoderó de ellos un gran terror y huyeron a esconderse. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor y huyeron a esconderse. |
Y él respondió: Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.
¡Entra en la peña y escóndete en el polvo, a causa del pavor de Jehová y de la gloria de su majestad!
¿Podrá alguien ocultarse en escondrijos tales que no le vea yo? dice Jehová: ¿no lleno yo los cielos y la tierra? dice Jehová.
Hijo del hombre, come tu pan con estremecimiento, y bebe tu agua con temblor y con ansiedad.
Y los que conmigo estaban, vieron en verdad la luz, mas no oyeron la voz de Aquel que hablaba conmigo.
Y los hombres que caminaban con él se detuvieron, sin poder hablar, oyendo la voz, mas no viendo a nadie.
y tan espantoso era aquel expectáculo, que Moisés mismo dijo: ¡Estoy aterrado y temblando!)