Cantares 2:7 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, por las gacelas, y por las ciervas del campo, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera. Biblia Nueva Traducción Viviente Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijas de Jerusalén, yo les ruego
por las gacelas y las cabras del campo
que no despierten ni molesten al Amor
hasta cuando ella quiera. La Biblia Textual 3a Edicion Él ¡Oh hijas de Jerusalem, os conjuro por las gacelas y por las ciervas del campo, Que no disturbéis al amor ni lo despertéis hasta que quiera! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro por las gacelas y las ciervas de los campos: no despertéis ni desveléis a mi amor hasta que quiera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo os exhorto, oh hijas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar a mi amor hasta que quiera. |
que hace mis pies ligeros, como de gacelas, y me hace estar firme sobre mis alturas;
¡séate ella como la amable cierva y la graciosa gacela; sus pechos te embriaguen en todo tiempo, y anda siempre ciego de su amor
¡Morena soy, pero bella, oh hijas de Jerusalem; morena como las tiendas de Cedar, bella como las cortinas de Salomón!
¡Hasta que refresque el día y declinen las sombras de la tarde, vuelve, oh amado mío, sé como el corzo, o como el cervatillo, sobre las montañas escarpadas!
¡Mi amado es como el corzo, o como el cervatillo! ¡He aquí que está ya junto a nuestra pared; mira por las ventanas, atisba por entre las celosías!
¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, por las gacelas, y por las ciervas del campo, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!
su boca es la dulzura misma, ¡en fin, él es del todo amable! ¡Tal es mi amado y tal mi amigo, oh hijas de Jerusalem!
¡Date prisa, oh amado mío, y sé como el corzo o como el cervatillo, sobre las montañas de los aromas!
¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!
¡Jehová el Señor es mi fuerza, y pone mis pies como los de las gacelas, y me hará andar sobre mis alturas! ¶Al Director del canto; sobre mis instrumentos de cuerdas.
Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios vivo, que nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios!