E inclinó hacia sí el corazón de todos los hombres de Judá, como de un solo hombre: y enviaron al rey, diciendo: Vuelve tú y todos tus siervos.
2 Samuel 22:44 - Biblia Version Moderna (1929) Me has librado también de las contiendas de mi pueblo; me continúas preservando, para hacerme cabeza de las naciones: pueblos que nunca conocí me servirán. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá. Biblia Nueva Traducción Viviente »Me diste la victoria sobre los que me acusaban. Me preservaste como gobernante de naciones; ahora me sirve gente que ni siquiera conozco. Biblia Católica (Latinoamericana) Me libras de las demandas de mi pueblo.
Me pones a la cabeza de las naciones,
pueblos que no conocía me obedecen. La Biblia Textual 3a Edicion Tú también me has librado de las contiendas de mi pueblo; Me guardaste para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú me libras de chusmas en motín, y me pones al frente de naciones: pueblos ignotos me rinden pleitesía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú me has librado de las contiendas de mi pueblo: Tú me has guardado para que sea cabeza de naciones: Pueblo que yo no conocía me servirá. |
E inclinó hacia sí el corazón de todos los hombres de Judá, como de un solo hombre: y enviaron al rey, diciendo: Vuelve tú y todos tus siervos.
Y todo el pueblo estaba en contienda por entre todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos libró de mano de nuestros enemigos, y él nos salvó de mano de los Filisteos; mas ahora se ha huído del país con motivo de Absalom.
La mujer pues en su sabiduría fué a todo el pueblo; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la echaron a Joab; el cual tocó la trompeta; y las tropas se dispersaron de en contra de la ciudad, yéndose cada hombre a su estancia; mas Joab volvióse a Jerusalem, al rey.
MAS se hizo larga la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; David empero se hacía más y más fuerte, y la casa de Saúl se hacía más y más débil.
ENTONCES vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón, y le hablaron, diciendo: ¡He aquí que hueso tuyo y carne tuya somos nosotros!
Juzgará entre las naciones; las llenará de cadáveres; magullará la cabeza que domina sobre la ancha tierra.
Me librarás de las contiendas del pueblo; me preservarás, para hacerme cabeza de las naciones: pueblos que no he conocido me servirán.
¡Pídeme, y te daré las naciones por tu herencia, y por tu posesión los confines de la tierra!
He aquí que le he puesto a él por testigo a los pueblos, por caudillo y comandante a los pueblos.
He aquí que llamarás a nación que no conoces, y naciones que no te han conocido correrán a ti; a causa de Jehová tu Dios, y por el Santo de Israel; por cuanto él te ha glorificado.
Porque la nación o el reino que no te sirviere, perecerá; sí, aquellas naciones serán completamente asoladas.
ME dejé consultar de los que no preguntaban por mí; me dejé hallar de los que no me buscaban; dije: ¡Heme aquí! ¡heme aquí! la nación que no era llamada de mi nombre.
Y fuéle dado el dominio, y la gloria, y el reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirviesen: su dominio es un dominio eterno, que jamás pasará, y su reino el que nunca será destruído.
Y te sembraré para mí mismo en la tierra; y me compadeceré de la no compadecida, y al que dije que no era mi pueblo, le diré: ¡Pueblo mío eres! y él me dirá a mí: ¡Tú eres mi Dios!
Y otra vez, dice Isaías: ¡Habrá un Renuevo de la raíz de Isaí, es decir, aquel que se levantará para regir a las naciones; y en él esperarán las naciones.
Como dice además en Oseas: Llamaré pueblo mío, al que no era mi pueblo, y amada, a la que no era amada.
Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo; cuando escuchares los mandamientos de Jehová tu Dios que yo te prescribo hoy, para guardarlos y cumplirlos,
¶Y el séptimo ángel tocó la trompeta: y hubo grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo ha venido a ser el reino dé nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará para siempre jamás!