Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa; por lo mismo que tú me has despreciado, y has tomado la mujer de Urías heteo para que sea tu mujer.
2 Samuel 18:15 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces se le pusieron en derredor los diez jóvenes, escuderos de Joab, e hirieron a Absalom y le acabaron de matar. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego diez jóvenes escuderos de Joab rodearon a Absalón y lo remataron. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se acercaron diez jóvenes escuderos de Joab y lo remataron. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces se le pusieron en derredor los diez jóvenes escuderos de Joab, e hirieron a Absalón y lo acabaron de matar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego se acercaron a Absalón diez jóvenes escuderos de Joab, lo hirieron y lo remataron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y diez jóvenes escuderos de Joab, rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron. |
Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa; por lo mismo que tú me has despreciado, y has tomado la mujer de Urías heteo para que sea tu mujer.
A lo cual respondió Joab: No puedo detenerme aquí contigo. De manera que, tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalom, estando éste aún vivo en medio del roble.
En seguida Joab tocó la trompeta, y volvió la gente del perseguimiento de Israel; pues que Joab detuvo al pueblo.
¶Por tanto el rey David envió a Sadoc y a Abiatar, los sumos sacerdotes, diciendo: Hablad con los ancianos de Judá, diciendo: ¿Por qué sois vosotros los postreros en hacer volver al rey a su casa? pues que la palabra de todo Israel viene llegando al rey, para hacerle volver a su casa.
el regocijo de los malos es breve, y la alegría de los impíos no es sino por un momento?
He visto a un malvado, terrible en poder, el cual se iba arraigando como árbol vigoroso en su suelo nativo:
El inicuo no busca más que rebelión; por tanto un mensajero cruel será enviado contra él.
El hombre cargado de la sangre de alguno, huir al hoyo: ¡no le detenga nadie¡
Quien cava hoyo, caerá en él; y al que aportilla vallado, una culebra le morderá.