El que tiene manos limpias y corazón puro; que no ha puesto su alma en cosas vanas, ni jurado con engaño;
2 Pedro 3:1 - Biblia Version Moderna (1929) ESTA es pues, amados míos, la segunda epístola que os escribo; y en ambas a dos excito vuestro ánimo sincero por medio de recuerdos; Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, Biblia Nueva Traducción Viviente Queridos amigos, esta es la segunda carta que les escribo y, en ambas, he tratado de refrescarles la memoria y estimularlos a que sigan pensando sanamente. Biblia Católica (Latinoamericana) Esta es ya, queridos, la segunda carta que les escribo. En ambas he intentado recordarles la sana doctrina. La Biblia Textual 3a Edicion Amados, ésta es ya la segunda epístola que os escribo, en las cuales despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ésta es ya, queridos hermanos, la segunda carta que os escribo. Y en ambas procuro excitar en vosotros, con el recuerdo, una sincera inteligencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Amados, esta segunda carta escribo ahora a vosotros; en la cual despierto vuestro sincero entendimiento, por recordatorio; |
El que tiene manos limpias y corazón puro; que no ha puesto su alma en cosas vanas, ni jurado con engaño;
CIERTAMENTE Dios es bueno para con Israel, para con los puros de corazón.
Ya he dicho antes, y otra vez os lo digo de antemano, como cuando estaba presente la segunda vez, así ahora, estando ausente, lo digo a los que han pecado anteriormente, y a todos los demás, que si voy otra vez, no perdonaré;
No impongas las manos con ligereza a nadie, ni seas participante en los pecados ajenos: guárdate puro.
Por causa de lo cual, te amonesto que avives el don de Dios que hay en ti, por medio de la imposición de mis manos.
¶Empero, amados míos, esperamos con confianza mejores cosas de vuestra parte, y que acompañan a la salvación, aunque hablamos de esta manera:
Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;
¶Amados míos, os ruego, como a extranjeros y transeuntes, que os abstengáis de las concupiscencias carnales, las cuales guerrean contra el alma;
¶Por lo cual, amados míos, ya que esperáis estas cosas, poned empeño, para que seáis hallados en paz, sin mácula, e irreprensibles delante de él.
¶Vosotros pues, amados míos, ya que conocéis estas cosas de antemano, tened cuidado, no sea que, siendo descarriados juntamente con los demás, por el error de los inicuos, caigáis de vuestra propia firmeza.
¶Mas no olvidéis vosotros, amados míos, esta cosa en particular, y es que un día para con el Señor es como mil años, y mil años como un día.
¶Deseo pues recordaros, ya que de una vez lo conocéis todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo, sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.