Y Urías respondió a David: El Arca, e Israel y Judá están debajo de enramadas; y mi señor Joab, con los siervos de mi señor, están acampados al raso; ¿y por ventura había yo de irme a mi casa, para comer, y beber, y acostarme con mi mujer? ¡Por tu vida, y por la vida de tu alma, que no haré tal cosa!
Y él se presentará delante de Eleazar el sacerdote, quien inquirirá por él, por medio del Urim, delante de Jehová. Por su respuesta ha de salir, y por su respuesta ha de entrar, así él como todos los hijos de Israel juntamente con él; es decir, toda la Congregación.
¶Entonces se levantaron y subieron a Bet-el, para consultar a Dios. Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de nosotros subirá el primero para pelear contra los hijos de Benjamín? Y respondió Jehová: Judá subirá el primero.
Porque habían subido los hijos de Israel, y llorado delante de Jehová hasta la tarde; y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Debo volver a acercarme en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano? Y respondió Jehová: Subid contra él.
Por lo cual dijo Saúl al pueblo que estaba con él: Pasad revista, y ved quién ha salido de entre nosotros. Pasaron revista pues, y he aquí que faltaban Jonatán y su paje de armas.
¶Entonces dijo Saúl: ¡Descendamos en pos de los Filisteos de noche, y despojémoslos hasta la luz de la mañana, y no dejemos de ellos ni siquiera uno! A lo que ellos respondieron: Haz todo cuanto a bien tuvieres. Pero dijo el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.
VINIERON pues los hombres de Kiryat-jearim, y llevaron el Arca de Jehová; y la trajeron a casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar, su hijo, para que guardase el Arca de Jehová.