Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




1 Samuel 1:26 - Biblia Version Moderna (1929)

Y ella dijo: ¡Óyeme, señor mío! ¡Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo junto a ti en este lugar, suplicando a Jehová.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

«Señor, ¿se acuerda de mí? —preguntó Ana—. Soy aquella misma mujer que estuvo aquí hace varios años orando al Señor.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ana le dijo: 'Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yavé.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y ella dijo: ¡Oh, señor mío, como que vive tu alma, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti rogando a YHVH!

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo entonces ella: 'Perdón, señor mío; por tu vida, señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí, cerca de ti, orando a Yahveh.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



1 Samuel 1:26
11 Σταυροειδείς Αναφορές  

En esto seréis probados: ¡Por vida de Faraón, que no saldréis de aquí, sin que venga acá vuestro hermano menor!


Y Urías respondió a David: El Arca, e Israel y Judá están debajo de enramadas; y mi señor Joab, con los siervos de mi señor, están acampados al raso; ¿y por ventura había yo de irme a mi casa, para comer, y beber, y acostarme con mi mujer? ¡Por tu vida, y por la vida de tu alma, que no haré tal cosa!


Dijo pues el rey: ¿Está contigo la mano de Joab en todo esto? Y respondiendo la mujer, le dijo: ¡Vive tu alma! oh rey, señor mío, que ninguno puede apartarse a la derecha ni a la izquierda de todo cuanto ha dicho mi señor el rey; porque tu siervo Joab, él mismo me dió orden, y él mismo puso en boca de tu sierva todas estas palabras.


Entonces dijo Elías a Eliseo: Ruégote te quedes aquí; porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Mas Eliseo le respondió: ¡Por vida de Jehová, y por vida tuya, que no te dejaré! Bajaron pues a Bet-el.


Le dijo de nuevo Elías: Eliseo,  ruégote te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Mas él dijo: ¡Por vida de Jehová, y por vida tuya, que no te dejaré! De modo que fueron a Jericó.


Elías le dijo otra vez: Ruégote te quedes aquí; porque Jehová me ha enviado al Jordán. Pero él le respondió: ¡Por vida de Jehová, y por vida tuya, que no te dejaré! Siguieron andando pues los dos.


Empero la madre del niño le dijo: ¡Vive Jehová, y vive tu alma, que no me apartaré de ti! Levantóse pues, y la siguió.


Y clamó Jabés al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me colmares de bendiciones, y ensanchares mi término, y que tu mano esté conmigo, y que me guardes del mal, para que no me cause dolor! Y le otorgó Dios lo que le había pedido.


¶Y cuando Saúl vió a David salir al encuentro del filisteo, dijo a Abner, jefe del ejército: ¿Hijo de quién es este mozo, Abner? A lo que respondió Abner: Por vida tuya, oh rey, que no lo sé.


David empero volvió a jurárselo y dijo: Muy bien sabe tu padre que yo he hallado gracia en tus ojos, y ha dicho consigo mismo: Nada sepa Jonatán de esto, no sea que se aflija; pero indudablemente, ¡por vida de Jehová, y por la vida tuya, que no hay más de un paso entre mí y la muerte!


Y ahora, señor mío, por vida de Jehová, y por la vida de tu alma, ya que Jehová te ha estorbado el venir con derramamiento de sangre, y el salvarte por tu propia mano; ahora pues, digo, ¡sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal de mi señor!