¡NO a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por causa de tu misericordia y de tu verdad!
1 Corintios 3:7 - Biblia Version Moderna (1929) De manera que no es nada, ni el que planta, ni el que riega, sino Dios que da el aumento. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla. Biblia Católica (Latinoamericana) De modo que el que planta no es algo, ni tampoco el que riega, sino Dios que hace crecer. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que está dando el crecimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y así lo que cuenta no es el que planta ni el que riega, sino el que produce el crecimiento: Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento. |
¡NO a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por causa de tu misericordia y de tu verdad!
y sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros; y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, confirma tú la obra de nuestras manos.
Todas las naciones son una nada delante de él; menos que la nonada y la vacuidad misma le son reputadas.
¡He aquí, todos ellos son una nada; una nonada son todas sus obras; viento y vacuidad son sus imágenes fundidas!
Y todos los moradores de la tierra por una nada le son contados; pues hace conforme a su voluntad en el ejército del cielo, y entre los habitantes de la tierra, y no hay quien pueda detener su mano, ni decirle: ¿Qué haces tú?
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: el que mora en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Y si tuviere el don de profecía, y supiere todos los misterios, y toda la ciencia; y si tuviere toda la fe, de modo que pudiese remover montañas, mas no tuviere amor, nada soy.
El que planta y el que riega son una misma cosa; mas cada cual recibirá su propio galardón, conforme a su mismo trabajo.
¶¡Me he hecho un insensato! vosotros me compelisteis; pues yo debiera haber sido encomiado por vosotros: porque en nada he sido inferior a los más eminentes apóstoles; aunque nada soy.
Y él me ha dicho: Bástate mi gracia; pues que mi poder se perfecciona en tu flaqueza. Por tanto yo muy gustosamente me gloriaré con preferencia en mis flaquezas, para que el poder de Cristo haga morada conmigo.
Porque si alguno piensa que él es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.