El resto del ejército sirio se escapó a la ciudad de Afec. Pero la muralla de la ciudad cayó encima de los veintisiete mil hombres que habían escapado. Ben-hadad también escapó y se escondió en una habitación, en una casa de la ciudad.
1 Samuel 15:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Mató a toda la gente de Amalec, y a todos los animales débiles y de poco valor. Solo dejó vivo al rey Agag y a los mejores animales de los amalecitas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. Biblia Nueva Traducción Viviente Capturó a Agag, el rey amalecita, pero destruyó por completo a todos los demás. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo prisionero a Agag, rey de los amalecitas y pasó a cuchillo a toda la población debido al anatema. La Biblia Textual 3a Edicion Y capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y exterminó a todo el pueblo a filo de espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apresó vivo a Agag, rey de Amalec, y pasó a filo de espada a todo el pueblo, en cumplimiento del anatema. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó vivo a Agag, rey de Amalec, mas a todo el pueblo mató a filo de espada. |
El resto del ejército sirio se escapó a la ciudad de Afec. Pero la muralla de la ciudad cayó encima de los veintisiete mil hombres que habían escapado. Ben-hadad también escapó y se escondió en una habitación, en una casa de la ciudad.
Tiempo después, el rey Asuero nombró jefe de gobierno a Amán hijo de Hamedata, que era descendiente de Agag.
»Tú y tus descendientes serán como huerta junto al agua. Tu rey será más poderoso que Agag, y tu reino, más grande y más famoso.
y se apoderaron de esa ciudad y de su rey. También conquistaron las otras ciudades vecinas y mataron a todos los que vivían en ellas. Josué hizo en Debir lo mismo que en Hebrón y en Libná: ordenó matar al rey y a todos sus habitantes. No se salvó ninguno.
Josué conquistó todas estas ciudades con sus reyes, y les ordenó a sus guerreros: «Maten a todos sus habitantes, tal como nos lo mandó Moisés, el servidor de Dios».
Y Saúl respondió: —Yo estoy seguro de haber obedecido a Dios. Lo que me ordenó hacer, lo hice. Acabé con todos los amalecitas, y al único que dejé con vida fue al rey Agag.
Además, fue a la ciudad de Nob, donde vivían los sacerdotes, y mató a hombres, mujeres, niños y recién nacidos, y a todo el ganado.
Al tercer día, David y sus hombres llegaron a Siclag y descubrieron que los amalecitas habían atacado el desierto del sur. A Siclag le habían prendido fuego y, aunque no mataron a nadie, se habían llevado como esclavos a mujeres, ancianos y niños. Entre las mujeres, se habían llevado a Ahinóam y a Abigail, las esposas de David. Al ver esto, David y sus hombres se echaron a llorar, hasta que ya no tuvieron más fuerzas.