Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





Jueces 1:27 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

27 Los de Manasés no pudieron echar a los que vivían en Bet-seán, Taanac, Dor, Ibleam y Meguido, ni tampoco a los de las aldeas vecinas. Así que los cananeos siguieron viviendo allí.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

27 Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

27 La tribu de Manasés no logró expulsar a la gente que vivía en Bet-sán, Taanac, Dor, Ibleam, Meguido y en todos los asentamientos vecinos, porque los cananeos estaban decididos a quedarse en esa región.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Manasés no pudo apoderarse de la ciudad de Bet-Seán ni de sus dependencias, ni tampoco de Tanac, de Dor, de Jibleam y de Meguido; los cananeos se mantuvieron firmes en ese territorio.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

27 Pero Manasés no desposeyó a los de Betseán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y a sus aldeas, ni a los habitantes de Dor y a sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y a sus aldeas, ni a los habitantes de Meguido y a sus aldeas, sino que los cananeos persistieron en habitar en aquella tierra.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Tampoco Manasés logró conquistar Betsán y sus aldeas, ni Taanac y sus aldeas, ni a los habitantes de Dor, de Yibleán, de Meguidó y de sus respectivas aldeas, pues los cananeos consiguieron permanecer en esta región.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Jueces 1:27
16 Cross References  

Cuando el rey de Judá vio lo que había pasado, escapó hacia Bet-hagán. Pero Jehú lo persiguió, y le ordenó a sus soldados: «¡Mátenlo a él también!» Ocozías iba en su carro subiendo por Gur, cerca de Ibleam, cuando fue herido por los soldados de Jehú. Sin embargo, Ocozías pudo escapar a Meguido, donde murió a causa de la herida.


»No tengan ningún trato con esa gente ni los dejen seguir viviendo entre ustedes, pues de lo contrario los harán pecar contra mí. Tampoco adoren a sus dioses, porque si lo hacen podrían perder la vida».


»¡Maldito sea el que no quiera tomar la espada para matar! ¡Maldito sea el que de mala gana haga lo que yo le ordene!


Cuando Dios ponga a esas naciones bajo el dominio de ustedes, no les tengan compasión ni hagan ningún trato con ellas; ¡destrúyanlas por completo!


Del territorio de Manasés Occidental recibieron dos ciudades: Taanac y Gat-rimón.


Después de la muerte de Josué, los israelitas le preguntaron a Dios: —¿Cuál de nuestras tribus atacará primero a los cananeos?


Pero los de la tribu de Benjamín no pudieron echar a los jebuseos, que vivían en Jerusalén. Por eso, hasta el día en que este relato se escribió, los jebuseos vivieron en Jerusalén, junto con los de Benjamín.


Más tarde, ese hombre se fue al territorio de los hititas y edificó una nueva ciudad, a la cual llamó Luz; y hasta el momento en que este relato se escribe aún se llama así.


Después los israelitas se hicieron más poderosos y obligaron a los cananeos a trabajar para ellos, pero no los pudieron echar de su territorio.


»Luego, en Taanac, junto al arroyo Meguido, vinieron a pelear los reyes cananeos. Pero volvieron con las manos vacías.


Más tarde, pusieron la armadura de Saúl en el templo de la diosa Astarté, y a Saúl y a sus hijos los colgaron de la muralla de Bet-sán. Los israelitas que vivían en Jabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl. Entonces un grupo de valientes viajó toda la noche y quitó de la muralla los cadáveres de Saúl y de sus hijos. Luego los llevaron a Jabés, y allí los quemaron.


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo