Josué 2:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual19 Si alguno de ellos sale a la calle, morirá, y nosotros no tendremos la culpa de su muerte; pero si alguien sufre algún daño dentro de la casa, nosotros seremos los culpables. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 196019 Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente19 Si salen a la calle y los matan, no será nuestra culpa; pero si alguien les pone la mano encima a los que estén dentro de esta casa, nos haremos responsables de su muerte. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)19 Si alguno de entre ellos abre la puerta y sale de la casa, será responsable de su muerte y nosotros quedaremos libres, pero si los nuestros ponen la mano encima de cualquiera que esté contigo en tu casa, nosotros seremos responsables. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion19 pues acontecerá que la sangre de todo aquel que salga fuera de las puertas de tu casa, caerá sobre su propia cabeza, y nosotros estaremos sin culpa, pero la sangre de cualquiera que esté contigo en la casa caerá sobre nuestra cabeza, si mano alguna lo toca. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 197519 Todo el que saliere de las puertas de tu casa será responsable de su sangre, y nosotros seremos inocentes. Pero del que permanezca contigo en tu casa responderemos con nuestras cabezas si la mano de alguien lo toca. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)19 Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros seremos sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Tan-awa ang kapitulo |
¡Imagínense entonces el terrible castigo que recibirán los que desprecian al Hijo de Dios, y los que dicen que su muerte no sirve para nada! Los que hacen eso insultan al Espíritu de Dios, que los ama, y menosprecian la muerte de Cristo, es decir, el nuevo pacto por medio del cual Dios les perdona sus pecados.