Jeremías 4:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual22 »Dios dice que no lo conocemos; que somos hijos necios que no entendemos nada; que somos hábiles para hacer lo malo, pero incapaces de hacer lo bueno. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 196022 Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente22 «Mi pueblo es necio y no me conoce —dice el Señor—. Son hijos tontos, sin entendimiento. Son lo suficientemente listos para hacer lo malo, ¡pero no tienen ni idea de cómo hacer lo correcto!». Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)22 Esto te pasa porque eres un pueblo estúpido que no me conoce. Ustedes son hijos tontos y sin inteligencia que saben hacer el mal pero no el bien. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion22 Ciertamente mi pueblo es necio; No me han conocido; Hijos insensatos son, No son entendidos; Expertos para hacer el mal, Pero nada saben de hacer el bien. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 197522 Sí, mi pueblo es insensato, a mí no me conocen. Son hijos necios, no son inteligentes, expertos para el mal, hacer el bien no saben. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)22 Porque mi pueblo es necio; no me han conocido, son hijos ignorantes y sin entendimiento; son sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no lo saben. Tan-awa ang kapitulo |
4-5 (5-6) Ustedes, gente malvada, que allí están llenos de miedo, que jamás buscan a Dios, y que se hartan de comida a costillas de mi pueblo, deberían saber esto: Dios dispersará por todas partes los huesos de sus enemigos; ¡Dios los pondrá en vergüenza porque los ha rechazado! En cambio, el pueblo de Dios no tendrá por qué temer.
¡Escuchen, israelitas, el mensaje de su Dios! Él les dice: «Yo tengo un pleito contra ustedes, los israelitas. Ustedes no son sinceros, ni aman a su prójimo. Todo el mundo mata y roba, miente y jura en falso, y no es fiel en su matrimonio. Por todos lados hay violencia. ¡Nadie me reconoce como su Dios!