26 Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová.
26 Desde todas partes de Jerusalén, desde las ciudades de Judá y Benjamín, desde las colinas occidentales y la zona montañosa, y del Neguev vendrá gente con sus ofrendas quemadas y sus sacrificios. Traerán sus ofrendas de grano, incienso y las ofrendas de acción de gracias al templo del Señor.
26 Aquí subirán los habitantes de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Tierra Baja, de los cerros y del sur, trayendo víctimas y sacrificios, incienso y ofrendas, en acción de gracias al Templo de Yavé.
26 Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalem, de la tierra de Benjamín, de la Sefelá,° de la región montañosa y del Néguev,° trayendo holocaustos, víctimas, ofrenda de cereal e incienso, y trayendo ofrendas de gratitud a la Casa de YHVH.
26 y de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la región de Benjamín, de la Sefelá, de la Montaña y del Negueb vendrán trayendo holocaustos y sacrificios, oblaciones e incienso, y también sacrificios de alabanza al templo de Yahveh.
26 Y vendrán de las ciudades de Judá, y de los alrededores de Jerusalén, y de la tierra de Benjamín, y de las llanuras, y de las montañas y del Neguev, trayendo holocaustos y sacrificios, y presentes e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová.
Al ver que se había comenzado a reconstruir el templo, todo el pueblo gritaba de alegría y alababa a Dios. Los gritos de alegría se mezclaban con el llanto de la gente, y desde lejos se escuchaba el alboroto. Unos cantaban alabanzas y daban gracias a Dios, y otros decían: «¡Dios es bueno! ¡Él nunca deja de amarnos!» Muchos sacerdotes, sus ayudantes y jefes de familia lloraban en voz alta, pues ya eran ancianos y habían conocido el primer templo.
»Respeten el día de descanso, y no se ocupen de sus negocios. Que ese día sea santo para ustedes, y un motivo de alegría. Que sea un día dedicado solo a mí. »Si respetan ese día, dejando de hacer negocios y de hablar inútilmente,
En las calles volverán a oírse alabanzas y gritos de alegría. Yo les daré muchos hijos, y volverán a ser un pueblo numeroso; volverán a ser un pueblo respetado.
Sí, volverán a comprar propiedades y firmarán y sellarán las escrituras delante de testigos. Esas compras las harán en el territorio de Benjamín y en los pueblos cercanos a Jerusalén, en las ciudades de Judá y en las ciudades de la región montañosa, y también en las ciudades de la llanura y en el desierto. Les juro que los haré volver de Babilonia».
y volverán a oírse las serenatas de los enamorados, y los gritos de gozo y alegría. También se escucharán las alabanzas de los que van hacia mi templo llevando ofrendas de agradecimiento. Irán cantando: “¡Alabemos al Dios de Israel! ¡Alabemos al Dios todopoderoso! ¡Nuestro Dios es bueno y nunca deja de amarnos!” »¡Yo les juro que los haré volver del país adonde fueron llevados prisioneros, y todo volverá a ser como al principio!»
Esto que ahora les digo ya lo dije hace mucho tiempo por medio de los profetas, cuando aún estaban habitadas Jerusalén y las ciudades vecinas, cuando aún se vivía en paz en el desierto y en la llanura”».