1 Samuel 5:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual9 Pero en cuanto el cofre llegó a aquella ciudad, Dios hizo que les salieran tumores a todos los que allí vivían. Toda la gente Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19609 Y aconteció que cuando la habían pasado, la mano de Jehová estuvo contra la ciudad con gran quebrantamiento, y afligió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de tumores. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente9 Pero cuando el arca llegó a Gat, la mano dura del Señor cayó sobre sus hombres, jóvenes y mayores; los hirió con una plaga de tumores, y hubo gran pánico. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)9 Pero, apenas llegaron con ella, el peso de la mano de Dios se hizo sentir en la ciudad: se produjo un gran pánico. Castigó a los habitantes, desde el más chico al más grande, haciéndoles salir tumores. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion9 Pero sucedió que después que la hubieron trasladado, la mano de YHVH cayó contra la ciudad causando gran consternación, y golpeó a los hombres de aquella ciudad desde el pequeño hasta el grande, de modo que les brotaron hemorroides. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19759 Pero apenas trasladada, la mano de Yahveh se dejó sentir sobre la ciudad provocando una gran conmoción: los habitantes de la ciudad, pequeños y grandes, fueron castigados con tumores. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)9 Y aconteció que cuando la hubieron pasado, la mano de Jehová fue contra la ciudad con gran quebrantamiento; e hirió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de hemorroides. Tan-awa ang kapitulo |
estaba muy asustada. Por eso el cofre del pacto de Dios fue enviado a otra ciudad filistea, llamada Ecrón. Cuando el cofre iba entrando a esa ciudad, sus habitantes empezaron a gritar: «¡Nos han traído el cofre del Dios de Israel para matarnos a todos!» Los habitantes de Ecrón tenían mucho miedo de morir, así que llamaron a los jefes filisteos y les dijeron: «¡Llévense de aquí ese cofre! ¡Regrésenlo al lugar de donde lo tomaron! De lo contrario, todos moriremos». Y aunque así lo hicieron, Dios también los castigó duramente. Murió mucha gente, y los que sobrevivieron sufrían mucho a causa de los tumores. Sus lamentos se escuchaban hasta el cielo.