Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





1 Reyes 1:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

2 Entonces sus ayudantes le dijeron: «Debemos traer a una muchacha soltera para que sirva y cuide al rey. Que duerma en la misma cama, para que le dé calor».

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Así que sus consejeros le dijeron: «Busquemos una joven virgen que lo atienda y lo cuide, mi señor; dormirá en sus brazos y le quitará el frío».

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Sus servidores le dijeron: 'Que vayan a buscar para el rey mi señor a una joven virgen, que esté a su servicio, lo cuide, duerma con él y dé calor al rey mi señor'.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Por lo cual le dijeron sus siervos: Que busquen para mi señor el rey una joven virgen, y que ella esté delante del rey y sea una compañera para él, y que se recueste en tu seno, para que mi señor el rey pueda entrar en calor.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Dijéronle entonces sus servidores: 'Búsquese para mi señor, el rey, una doncella virgen que asista al rey y lo cuide, que duerma en su regazo, y así entrará en calor mi señor, el rey'.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Le dijeron por tanto sus siervos: Busquen a mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey, y lo abrigue, y duerma a su lado para que dé calor a mi señor el rey.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




1 Reyes 1:2
11 Cross References  

Entonces Sarai le reclamó a Abram: —Tú tienes la culpa de que Agar me trate con desprecio. Recuerda que fui yo quien te la entregó. Ahora resulta que como está embarazada, se siente superior a mí. Por eso Dios habrá de castigarte.


en cambio, el pobre solo tenía una ovejita. La había comprado, y él mismo la había criado y cuidado como si fuera su propia hija. Tanto quería ese hombre a la ovejita que hasta le daba de comer de su mismo plato, y la dejaba recostarse y dormir en su pecho. Y así la ovejita fue creciendo junto con los hijos de ese hombre.


El rey David era muy anciano y, aunque lo cubrían con muchas cobijas, no se le quitaba el frío.


Buscaron entonces en todo Israel una muchacha joven y hermosa, y en el pueblo de Sunem encontraron una que se llamaba Abisag.


Dios los ha elegido a ustedes para que estén siempre a su servicio, y para que lo adoren. Por eso ahora les pido, amigos míos, que no sean perezosos y cumplan con su deber».


Entonces los consejeros le dijeron al rey: —Su Majestad debe nombrar asistentes en todas las provincias del país, para que busquen jóvenes hermosas y solteras. Esas jóvenes deberán ser llevadas a la casa de las mujeres, en su palacio. Allí estarán bajo el cuidado de Hegai, su hombre de confianza a cargo de las mujeres, para que les dé un tratamiento de belleza. Entonces Su Majestad elegirá a la joven que más le guste, y la nombrará reina en lugar de Vasti. Esto agradó al rey, y así se hizo.


Y también, si dos se acuestan juntos, entran en calor; pero uno solo se muere de frío.


Por eso, no confíen en nadie ni crean en lo que otros les digan. Tengan cuidado de lo que hablan, porque los hijos y las hijas no respetan a sus padres, las nueras desprecian a sus suegras, y nuestros peores enemigos los tenemos en la familia. ¡Por eso no confíen en nadie, ni en su propia esposa!


»Fue allí donde Dios eligió a la tribu de Leví para que transportara el cofre del pacto que Dios hizo con ustedes. Ellos quedaron también como sacerdotes encargados de servir en los cultos, y de bendecir al pueblo en nombre de Dios. Hasta el día de hoy, ese es su trabajo,


6-11 (7-12) »Si alguien los invita a adorar a otros dioses, cercanos o lejanos, no acepten esa invitación. Al contrario, deberán condenar a muerte a esa persona y ser los primeros en quitarle la vida. No le tengan compasión, no importa que sea su propio hermano, su hijo o su hija, y hasta su esposa o su mejor amigo. No le perdonen la falta, sino maten a pedradas a esa persona. Eso es lo que se merece cualquiera que trate de alejarlos del Dios de Israel, que fue quien los sacó de Egipto y les dio la libertad. Así le darán un buen ejemplo a todo el pueblo, que sentirá temor y no volverá a cometer tal pecado.


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo