Números 35:25 - La Biblia Textual 3a Edicion25 Así la asamblea librará al homicida de la mano del vengador de la sangre, y la asamblea hará que vuelva a su ciudad de refugio, donde se había refugiado, y allí habitará hasta la muerte del sumo sacerdote, a quien se ungió con el aceite del Santuario. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 196025 y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente25 La comunidad debe proteger al responsable de la muerte del vengador y debe escoltarlo para que regrese a vivir en la ciudad de refugio a la que huyó. Allí permanecerá hasta la muerte del sumo sacerdote, que fue ungido con el aceite sagrado. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)25 Salvará a este hombre de la mano del vengador de la sangre y lo hará volver a la ciudad de asilo en la que se refugió. Allí vivirá hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 197525 salvará al homicida de la mano del vengador de sangre y le hará volver a la ciudad de asilo donde se había refugiado. Vivirá allí hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con el óleo santo. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)25 Y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo. Tan-awa ang kapituloBiblia Traducción en Lenguaje Actual25-28 El pueblo protegerá a quien sin quererlo haya matado a otro, y no dejará que lo mate el pariente más cercano al muerto. Por eso, el pueblo llevará al que mató al otro a la ciudad de refugio. Mientras esa persona viva en esa ciudad, estará a salvo y nadie le podrá hacer daño. Pero no deberá salir de la ciudad mientras viva el jefe de los sacerdotes. Después de la muerte del jefe de sacerdotes, podrá regresar a su casa, y nadie podrá hacerle daño. Pero si esa persona sale de la ciudad antes de eso, y lo encuentra el pariente del muerto, ese pariente lo podrá matar sin que se le culpe de nada. Tan-awa ang kapitulo |