Ester 4:3 - La Biblia Textual 3a Edicion3 Y en cada una de las provincias, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, hubo gran duelo entre los judíos: ayuno y llanto y lamentaciones, y el saco y la ceniza llegaron a ser cama para muchos. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19603 Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente3 A medida que la noticia del decreto real llegaba a todas las provincias, había más duelo entre los judíos. Ayunaban, lloraban y se lamentaban, y muchos se vestían con tela áspera y se acostaban sobre ceniza. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)3 En las provincias, a medida que fueron llegando la orden y el decreto, sólo se vio entre los judíos duelo, ayuno, lágrimas y lamentaciones; muchos se acostaron en la ceniza cubiertos de saco. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19753 En cada una de las provincias, allí donde llegaban la orden y el decreto del rey, había entre los judíos gran duelo y ayuno y llanto y lamentaciones; y muchos se acostaban sobre sayal y ceniza. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)3 Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran duelo, y ayuno, y lloro, y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos. Tan-awa ang kapituloBiblia Traducción en Lenguaje Actual3 Cuando se conocieron las órdenes del rey en las distintas provincias, los judíos se pusieron muy tristes. No comían nada, lloraban amargamente, y la mayoría de ellos se acostó sobre ceniza y se puso ropa áspera. Tan-awa ang kapitulo |
Y en el día trece del mes primero° fueron llamados los escribas del rey y fue escrito conforme a todo lo que ordenó Amán, a los sátrapas° del rey, a los gobernadores que estaban sobre cada provincia, y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo según su lengua. Fue escrito en nombre del rey Asuero, y sellado con el sello real.