Esdras 1:2 - La Biblia Textual 3a Edicion2 Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me han sido dados por YHVH, Dios de los cielos, y Él mismo me ha encomendado que le construya Casa en Jerusalem, que está en Judá. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19602 Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente2 «Esto dice Ciro, rey de Persia: »“El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra. Me encargó construirle un templo en Jerusalén, que está en Judá. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)2 Así habla Ciro, rey de Persia: Yavé, el Dios de los Cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y ahora me encarga que reconstruya su templo en Jerusalén de Judá. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19752 'Así habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)2 Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Tan-awa ang kapitulo |
Te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío de los cielos serás bañado; y pasarán siete tiempos sobre ti, hasta que reconozcas que ’Elyón tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien Él quiere.
Antes bien, te has ensoberbecido contra el Señor de los cielos, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas estáis bebiendo en ellos, y además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni saben, pero al Dios en cuya mano está tu aliento, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.