1 Crónicas 29:1 - La Biblia Textual 3a Edicion1 Después el rey David dijo a toda la congregación: Sólo a mi hijo Salomón ha escogido ’Elohim; él es joven e inmaduro, y la obra es grande, porque la Casa no es para el hombre sino para YHVH ’Elohim. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19601 Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente1 Luego el rey David se dirigió a toda la asamblea y dijo: «Mi hijo Salomón, a quien Dios evidentemente ha elegido para ser el siguiente rey de Israel, es aún joven y sin experiencia. El trabajo que él tiene por delante es enorme, porque el templo que construirá no es para simples mortales, ¡es para el Señor Dios! Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)1 El rey David dijo a toda la asamblea: 'Mi hijo Salomón, al que Dios eligió, es todavía muy joven, y la obra es grande; pues esta Casa no es para un hombre, sino para Yavé, Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19751 Dijo luego el rey David a toda la asamblea: 'Mi hijo Salomón, el único que ha sido elegido por Dios, es joven e inexperto, y la obra es grande, porque no se trata de un palacio para un hombre sino para Yahveh Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)1 Después dijo el rey David a toda la congregación: Sólo a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno, y la obra es grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Traducción en Lenguaje Actual1 Luego, el rey David le dijo a toda la gente que se había reunido: «Dios eligió a mi hijo Salomón para que le construya el templo; sin embargo, él todavía está muy joven y no tiene experiencia para hacer un trabajo tan importante. ¡Él construirá el templo para nuestro Dios, y no se trata de la construcción de un palacio ordinario! Tan-awa ang kapitulo |
David hizo congregar en Jerusalem a todos los principales de Israel: los jefes de tribus, los jefes de las divisiones que servían al rey, los jefes de millares y de centenas, los administradores de todo el patrimonio y hacienda del rey y de sus propios hijos, junto con los oficiales y todos los guerreros valientes.